El documento discute cómo el desarrollo tecnológico está afectando negativamente el medio ambiente debido a la gran cantidad de desechos electrónicos que se generan. Propone que los países deben trabajar juntos para implementar estrategias y soluciones a nivel regional y global para gestionar de manera sostenible estos residuos tecnológicos, y también desarrollar políticas públicas que fomenten el uso de tecnologías respetuosas con el medio ambiente.