Este documento compara los días actuales con los tiempos antes del diluvio, cuando la maldad humana había alcanzado niveles intolerables. Al igual que en los días de Noé, la violencia y la inmoralidad se han multiplicado en el mundo de hoy. Sin embargo, el documento también enfatiza que debemos seguir el ejemplo de fe de Noé y mantenernos fieles a Dios para ser rescatados de los tiempos peligrosos, como lo fue Noé.