La sal se produce a partir del agua de mar mediante un proceso de evaporación y cristalización que toma aproximadamente dos años. Primero, el agua de mar se bombea a vasos de concentración donde se evapora, luego pasa a vasos de cristalización donde se forman cristales de sal durante 8-10 meses. Finalmente, la sal se cosecha cortando la capa dura de cristales y se lava y almacena para su distribución y uso en alimentos, plásticos, vidrio y deshielo entre otros.