Un tornado está compuesto por una chimenea de gotitas de agua, polvo y partículas que descienden desde las nubes hacia la superficie. Dentro del embudo del tornado, la baja presión atmosférica causa que el aire circule hacia adentro y hacia arriba, lo que a menudo produce descargas eléctricas. Los tornados generalmente se forman debido a la inestabilidad atmosférica causada por el calentamiento diurno y la humedad, o por frentes fríos.