El documento discute temas de bioética y antropología. Presenta dos perspectivas opuestas sobre el ser humano: una visión cientificista que lo reduce a un ser biológico determinado y otra antropológica que reconoce su naturaleza inmaterial. También analiza cómo la conciencia ética juzga los actos y debe guiar a los médicos a actuar de forma científica pero también moral. Finalmente argumenta que la ciencia médica debe orientarse al bienestar del ser humano en su totalidad.