La globalización actual se basa en la liberalización absoluta de mercados y la acumulación de capital tras la Segunda Guerra Mundial. Esto ha llevado a una concentración cada vez mayor de riqueza y poder en menos manos, como grandes empresas transnacionales y las personas más ricas del mundo. Además, ha aumentado la brecha entre ricos y pobres a nivel mundial, y los países en desarrollo se ven sometidos a medidas injustas por parte de los países ricos que mantienen su bienestar a expensas de otros. Como resultado