La contaminación industrial se produce por la descarga sin control de sustancias contaminantes de las fábricas a los ecosistemas. Las fábricas contaminan principalmente al quemar combustibles fósiles y verter aguas residuales envenenadas, emitiendo también cientos de contaminantes al aire y el agua que dañan comunidades y ecosistemas. Para evitar la contaminación de las fábricas, es importante consumir agua de forma responsable, optimizar envases con materiales más biodegradables y realizar controles periódicos de consumo.