La convivencia en el hogar requiere de valores como la comunicación y el respeto para vivir en armonía. Los valores permiten regular la conducta para el bienestar colectivo. También es importante que las familias pasen tiempo de calidad juntas a través de actividades como la oración, cenas y apoyándose mutuamente. Reglas sencillas como saludar, limpiar después de usar algo y pedir permiso promueven una sana convivencia.