que difícil resulta el conocer la verdad y más difícil aún el mantenerse en ella, sobre todo cuando existen tantas personas que prefieren creer mentiras y aferrarse a ellas...
2. ¿Es posible que haya
creyentes en Dios
creyendo, defendiendo
y enseñando mentiras?
¿Es posible que existan
creyentes que se
aferran a negar la
Verdad demostrada en
las Escrituras?
3. “Y José dijo a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos
se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano José, a
quien vosotros vendisteis a Egipto. Ahora pues, no os
entristezcáis ni os pese por haberme vendido aquí; pues
para preservar vidas me envió Dios delante de
vosotros. Porque en estos dos años ha habido hambre en
la tierra y todavía quedan otros cinco años en los cuales
no habrá ni siembra ni siega. Y Dios me envió delante de
vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y
para guardaros con vida mediante una gran
liberación. Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me
enviasteis aquí, sino Dios; y El me ha puesto por padre de
Faraón y señor de toda su casa y gobernador sobre toda
la tierra de Egipto.” Génesis 45:4-8
4. ¿Conoce usted la historia
de José? ¿Qué hicieron sus
hermanos con él?
¿Qué mentira le inventaron
a su padre que le había
pasado a José? Note usted
que después de lo que
hicieron con José, sus
hermanos continuaron sus
vidas como si José ya no
existiera, es decir, creyeron
su propia mentira.
5. Cuando José se revelo a
sus hermanos, les dijo que
todo lo sucedido era parte
del plan de Dios. ¿Les había
revelado Dios dicho plan a
los hermanos de José
antes? ¡¡Si!! Por medio de
los sueños de José,
(Génesis 37:6-11) pero,
¿Cuál fue la reacción de los
hermanos de José a dicha
revelación? Lo odiaron más
y lo envidiaron.
6. Hay impresionantes
paralelos en la vida de José
y Yeshúa el Mesías.
Yeshúa también fue
rechazado por los suyos,
también fue vendido,
también sufrió para llegar a
ser el preservador de la
vida de su pueblo, también
fue puesto en un hoyo y
también es exaltado como
Rey.
7. ¿Terminaron las mentiras
de los hermanos de José
luego de asimilar el plan
perfecto de Dios para ellos
como pueblo? ¡¡No!!
Inventaron otra mentira
(Gn 50:15-18) Pues dudaban
de José y al dudar de José,
dudaban también del plan
de Dios.
8. José el varón hebreo que
fue transformado en
egipcio y al que le fue dado
un nombre egipcio (Zafnat-
panea) con muchas
dificultades y dudas pudo
ser reconocido y creído por
sus hermanos.
Yeshúa, El Mesías hebreo
que fue transformado en el
Jesús griego, esta pasando
también por las mismas
dificultades.
9. Veamos ahora una
conversación fascinante
acerca de mentir.
Esto revela otras verdades
acerca de mentir y creer
sus propias mentiras. Este
diálogo es entre Yeshua y
un grupo de "Creyentes"
Judíos, o al menos ellos
creían que eran creyentes.
El texto es Juan 8 :31-59
10. Aquellas personas fueron
“Creyentes” hasta que
escucharon algo que no les
gusto. ¿Qué fue eso? La
necesidad que tenían de
ser libres.
Yeshúa fue muy claro y
específico respecto a
aquello de lo cual ellos
necesitaban ser libres,
pero ellos rechazaban la
oferta pues tenían sus
propias convicciones.
11. Ellos creían que:
“No eran ni habían sido
esclavos de nadie”
(Sin embargo, la historia de
su pueblo dice todo lo
contrario a lo que era su
declaración)
“Eran hijos de Abraham”
(Pero distaban mucho de
ser como Abraham en su
humildad, fe y obediencia)
12. Ellos creían que:
“Eran hijos de Dios”
(Pero no practicaban la
esencia misma de Dios que
es el amor y además no
discernían el lenguaje y las
palabras dadas por Dios)
“Quienes no creyeran lo
mismo que ellos, eran del
diablo.”
(Aunque la realidad era
todo lo contrario)
13. El perfil de aquellos falsos
creyentes queda bien
delineado en los últimos
versículos de nuestro texto:
Incrédulos.
Soberbios.
Groseros.
Agresivos.
No conocen a Dios y no
quieren conocerlo.
14. Confrontar la mentira con la verdad es una
tarea monumental y nada fácil.
Decirle a un creyente que muchas de sus
convicciones son mentiras inventadas y
manipuladas por el mismísimo Satán, es una
invitación a ser odiado.
Sin embargo, nuestro deber es declarar la
verdad, y aquellos en quienes opere el Santo
Espíritu, escucharán, escudriñarán y creerán.
15. ¡Cuán bendecido el que lee, y
los que oyen las palabras de
la profecía, y guardan las
cosas en ellas escritas,
porque el tiempo para ser
cumplidas está cerca!
Ap. 1:3