1. Romanos – Lección 10
Texto: Romanos 9:1-33; 10:1-21; 11:1-32
Tema principal: El trato justo y soberano de Dios con Israel en el pasado, el presente y el
futuro
Bosquejo de la lección:
A. Introducción
B. El derecho soberano de Dios de usar a quien Él desee usar para llevar a cabo Su voluntad
(9:1-29)
C. El rechazo de Israel por parte de Dios por su orgullo, rebelión e incredulidad, contrastado
con la aceptación de los gentiles por medio de la fe en Cristo como su Salvador (9:30-
33; 10:1-21)
D. El plan futuro de Dios de restaurar a Israel, contrastado con el rechazo de los gentiles
(11:1-32)
Repase las preguntas de la lección 9.
Exposición del bosquejo
A. Introducción
Al comenzar a enseñarles a ustedes la carta de Pablo a los Romanos, les explicamos que
no leeríamos ni estudiaríamos toda la carta ahora. Queremos enseñarles las partes principales
de cada libro del Nuevo Testamento primero, y después, en el futuro, volveremos y haremos
un estudio más detallado de todos los libros. Por tanto, no vamos a proseguir con el estudio
de los tres próximos capítulos, 9,10, y 11 de la carta a los Romanos. Pero les explicaré
brevemente con mis propias palabras lo que Pablo enseñó en estos tres capítulos.
B. El derecho soberano de Dios de usar a quien Él desee usar para llevar a
cabo Su voluntad
En el capítulo 9, Pablo contestó una pregunta que sabía que tenían muchos de los judíos
que habían confiado en el Señor Jesús como el Libertador que Dios había prometido a Israel.
De todas las naciones del mundo, Dios había escogido a Israel como Su pueblo. Les había
manifestado maravillosamente Su amor y Su poder. El mismo Libertador, el Señor Jesucristo,
era israelita. Pero la mayoría de los judíos había rechazado a Jesús como su Salvador. En
comparación con la gran parte que lo había rechazado, solamente unos pocos de la nación de
Israel habían creído.
Maestro: Note 9:1-8.
Fue muy obvio para los creyentes judíos que, después de la muerte y resurrección del
Señor Jesús y después de la venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, Dios le había
dado la espalda a la nación de Israel y ya no la estaba usando para representarlo en esta tierra
2. ni para hacer Su obra de dar a conocer Su Palabra a las otras naciones, tal como había hecho
anteriormente, desde que llamó a Abraham.
Pablo sabía que la pregunta que seguía inquietando a los judíos era ésta: ¿Tenía Dios el
derecho de dejar de usar a Israel como Su canal o instrumento en el mundo de esta manera?
y ¿era injusto que Él comenzara a usar a los gentiles, en lugar de Israel, como Sus
representantes?
En respuesta, en el capítulo 9, Pablo les recuerda a los creyentes judíos que, puesto que
Dios es soberano y como todas las personas son pecadoras y no merecen nada de parte de
Dios, Él puede usar a quien Él quiera.
Maestro: Note 9:9-24.
Pablo también les dijo a los judíos que no les debía haber sorprendido que Dios hubiera
rechazado a Israel como Su instrumento escogido y que hubiera comenzado a bendecir y a
usar a los gentiles para dar a conocer Su mensaje al mundo, porque esto lo habían profetizado
sus propios profetas en el Antiguo Testamento.
Maestro: Note 9:25-29.
Ésta fue la primera respuesta que Pablo dio a los que dudaban de que Dios tuviera el
derecho de quitar a los judíos de su posición de privilegio en Su obra y usar a los gentiles.
Dios es soberano. No tiene que darle cuentas a nadie. Puede hacer lo que Él quiera. Además,
todos somos pecadores. Ninguno merece la misericordia de Dios. Así es que Dios puede tener
misericordia del que Él quiera y puede negar Su bondad al que Él quiera.
C. El rechazo de Israel por parte de Dios por su orgullo, rebelión e
incredulidad, contrastado con la aceptación de los gentiles por medio de la
fe en Cristo como su Salvador
Aunque Dios tenía el derecho de dejar de usar a Israel si Él así lo decidía, había otra razón
por la cual Israel había sido marginada de su posición en Su servicio. Como la mayoría de
los israelitas se había llenado de orgullo, rehusaba escuchar a los profetas de Dios y Su
mensaje, y no creía Su Palabra.
Los israelitas se habían enorgullecido y dependían de su propia habilidad para obedecer
la Ley de Dios. Como no entendían cuán puro y perfecto es Dios, pensaban que podían
agradarlo con sus propias buenas obras. Pero los gentiles, que no tenían la Ley escrita y vivían
en pecado abiertamente, estaban mucho más dispuestos a escuchar el Evangelio. Por medio
de la predicación de Pablo y de otros de la Iglesia primitiva, muchos gentiles reconocieron
que eran pecadores y aceptaron la afirmación de Dios que el Señor Jesucristo era el Salvador
de los pecadores. Dios los perdonó, dejó de usar a la rebelde nación de Israel y comenzó a
usar a los gentiles para hacer Su trabajo.
Maestro: Note 9:30-33, 10:1-21.
D. El plan futuro de Dios de restaurar a Israel, contrastado con el rechazo de
los gentiles
Al principio del capítulo 11, Pablo preguntó si el rechazo de la nación de Israel por parte
de Dios quería decir que a Dios ya no le interesaba que los judíos llegaran a ser salvos.
3. Pablo dijo que esto estaba lejos de la verdad. Les recordó a los judíos que, aún en los
peores tiempos de la historia de Israel cuando la mayoría de la nación rechazó a Dios, siempre
hubo unos pocos que creyeron Su Palabra y confiaron en Él. Aunque la mayoría de los
israelitas rehusó creer que Jesús de Nazaret era el Libertador que Dios había mandado al
mundo, aun así hubo un buen número de judíos que creyó.
Maestro: Note 11:1-10.
Pablo primero les aseguró a sus oyentes que Dios todavía se interesa en cada judío
individualmente y salva a cada uno que cree, y después contestó una pregunta final. ¿Qué de
la nación de Israel? ¿Será algún día restaurada a su posición anterior de aceptación y
privilegio y utilidad en la obra de Dios aquí en la tierra?
Maestro: Note 11:1.
“Sí”, dijo Pablo. En un futuro, luego del rapto de la iglesia, tanto los judíos como gentiles
que queden tendrán todavía oportunidad de creer durante la tribulación. En su mayoría, los
gentiles llegarán a ser negligentes, rebeldes e incrédulos, y serán destituidos de su posición
actual en la obra del Señor. A diferencia de los gentiles, Israel se dará cuenta que ha pecado
contra Dios al rehusar aceptar al Señor Jesucristo como su Libertador. Entonces Israel
volverá al Señor Jesucristo en arrepentimiento y fe, Dios lo aceptará de nuevo como Su
pueblo especial y Él nuevamente lo usará para hacer Su trabajo aquí en la tierra. Las
“primicias” de estos creyentes serán los 144.000 sellados de Ap.7:1-8.
Maestro: Note 11:12-32.
Preguntas
1. ¿Por qué tenía Dios el derecho de cortar a Israel como Su canal o instrumento en el mundo
y usar a los gentiles, en vez de Israel, para hacer Su trabajo?
a. Puesto que Dios es soberano, Él puede usar a quien Él escoja para hacer Su voluntad.
b. Como todos somos pecadores y no merecemos nada de parte de Dios, Él puede
escoger y usar a quien quiera.
c. Como la nación de Israel se había enorgullecido y había rehusado escuchar y creer
a los profetas de Dios que traían Su mensaje, Dios tenía todo el derecho de sacarla
de Su servicio.
2. ¿Es cierto que a Dios ya no le interesaba salvar a cada judío individualmente porque aisló
a la nación de Israel de Su servicio especial?
No. Aun cuando la mayoría de los judíos rechazó al Señor y no le creyó, siempre había
algunos judíos que aceptaban la verdad y confiaban en Él.
3. ¿Significa que Israel nunca será restaurado a su posición anterior como el pueblo
escogido de Dios el hecho de que Dios haya cortado a la nación de Israel para que ya no
fuera Su representante e instrumento para enseñar a otras naciones del mundo?
No. En un futuro, los gentiles serán destituidos por su incredulidad, e Israel se
arrepentirá y aceptará al Señor Jesús como su Libertador. Entonces Dios llevará a cabo
la restitución de Israel al puesto anterior de Su pueblo escogido.