José María Luis Mora y Lucas Alamán tuvieron visiones diferentes sobre el estado de México después de la independencia. Mora creía que la independencia fue prematura debido a los gobernantes incompetentes y que la federación no funcionaba bien, mientras que Alamán pensaba que la independencia trajo progreso aunque cuestionaba su eficacia. Ambos estuvieron de acuerdo en que era necesaria una mejor educación para evitar la corrupción y el ocio entre los empleados estatales.