El documento describe el régimen de Porfirio Díaz en México entre 1888 y 1910, conocido como el Porfiriato. Díaz logró establecerse definitivamente en el poder en 1888 a través de pactos y acciones que fortalecieron su mando nacional. Gobernó de manera centralizada y autoritaria, controlando a los militares y políticos. Su régimen se enfocó en beneficiar a la élite del país, generando resistencia entre las comunidades indígenas y oposición de liberales y el catolicismo.