El documento propone varias soluciones a los problemas del hombre moderno, incluyendo la contemplación ante el activismo, el interés por el otro ante la indiferencia, y ser luz para el mundo ante la oscuridad del pecado. También aboga por la fraternidad universal en lugar del individualismo, la minoría en lugar de la soberbia, y la pobreza evangélica en lugar del consumismo materialista. Finalmente, propone trabajar con dignidad para los desempleados y forjar hombres de bien para ayudar a los pobres y desamparados.