En un reino lejano vivía una princesa que pronto cumpliría 18 años. Su padre, el rey, le había prometido que a esa edad podría tener novio. Sin embargo, la princesa descubrió que su padre planeaba casarse en secreto con una mujer de la aldea sin decírselo. Enojada, la princesa huyó del castillo y conoció a un duende que le concedió un deseo. Ella pidió ver a su madre fallecida, quien la aconsejó aceptar el nuevo matrimonio