34. El tiempo pasaba y el viejo ya no recordaba los
pueblos en los que había actuado.
35. Y fue así como volvió al pueblo donde había
raptado a la niña.
36. En la plaza, delante de toda la gente, pidió al
zurrón que volviera a cantar.
37. Y cuando la niña comenzó a cantar, su tía, que la
estaba escuchando, reconoció inmediatamente su
voz. De un brinco fue a buscar a su hermana, la
mamá de la niña
38. La madre de la niña escuchó cantar al zurrón y
supo que era su pequeña.
39. Así, la madre decidió invitar al viejo a su casa a comer
y beber mucho vino, hasta emborracharse.
40. Mientras el viejo dormía la borrachera, la mamá
sacó a su niña del zurrón y la llenó de besos.
41. Para que el viejo no notara nada, llenó el zurrón con
un gato y un perro que correteaban por la calle.
42. Cuando el viejo se despertó, cogió el zurrón y se
fue a otro pueblo a continuar con su timo.
43. Pero esta vez el zurrón no cantaba. Cuando el
viejo abrió el zurrón para ver qué ocurría…