Blanca Nieves vivía con su madrastra que quería matarla por ser más bella. La madrastra envió al cazador a matarla pero este la advirtió y escapó. Más tarde la madrastra envenenó una manzana y la dio a Blanca Nieves, quien se desmayó. Los enanitos la encontraron y lamentaron su muerte hasta que el príncipe la despertó con un beso.