La letra b se opuso a poner nombres a los números porque pensaba que las letras eran más importantes. Sus compañeras se enfadaron y cumplieron la misión sin ella. Cuando se dio cuenta, se arrepintió y pidió perdón. Sus amigas la perdonaron y la incluyeron en palabras bonitas. Desde entonces las letras y números permanecieron juntos, excepto la b que se escribe con v cuando hace ese sonido.