Los luckys eran pequeños gnomos que traían buena suerte. Todos querían tenerlos como amigos y les ofrecían regalos, excepto Violeta, quien los trataba con cariño. Cuando la gente escuchó que había muchos luckys sin dueño bajo una catarata, fueron allí con regalos pero los luckys desaparecieron. Sin embargo, los de Violeta se quedaron con ella porque los trataba como verdaderos amigos, no por los regalos.