Este documento presenta una observación realizada en una escuela primaria donde se trabajó con varios cuentos infantiles a través de fichas didácticas con el objetivo de motivar a los estudiantes y fomentar el gusto por la lectura. Se resumieron algunos de los cuentos trabajados, como "El tesoro de Barba Iris", "El hada fea" y "Las semillas". El documento concluye señalando la importancia de que los maestros inculquen el hábito de la lectura en los estudiantes a través del
La presentación comprende el diseño de una situación de aprendizaje de un taller de lectura para una escuela primaria.
Igualmente presenta esbozado aspectos de la didáctica crítica.
La presentación comprende el diseño de una situación de aprendizaje de un taller de lectura para una escuela primaria.
Igualmente presenta esbozado aspectos de la didáctica crítica.
El Ministerio de Educación, en colaboración con la Fundación Educacional Oportunidad, ha desarrollado la guía “Comenzando a leer juntos” para acercar a nuestros hijos e hijas a la lectura. Aquí encontrarán diferentes tipos de textos, tales como: chistes, canciones, trabalenguas,
cuentos, fábulas y adivinazas.
Today is Pentecost. Who is it that is here in front of you? (Wang Omma.) Jesus Christ and the substantial Holy Spirit, the only Begotten Daughter, Wang Omma, are both here. I am here because of Jesus's hope. Having no recourse but to go to the cross, he promised to return. Christianity began with the apostles, with their resurrection through the Holy Spirit at Pentecost.
Hoy es Pentecostés. ¿Quién es el que está aquí frente a vosotros? (Wang Omma.) Jesucristo y el Espíritu Santo sustancial, la única Hija Unigénita, Wang Omma, están ambos aquí. Estoy aquí por la esperanza de Jesús. No teniendo más remedio que ir a la cruz, prometió regresar. El cristianismo comenzó con los apóstoles, con su resurrección por medio del Espíritu Santo en Pentecostés.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
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Escuela Normal Experimental De El Fuerte
“Profe: Miguel Castillo Cruz”
Lic. Educación primaria
Segundo semestre ¨A¨
Asignatura: Practicas sociales del lenguaje.
Observación en: Escuela Primaria Gral. Francisco Villa.
Comunidad: Jahuara II, El Fuerte, Sin.
Cuarto grado, Grupo A
Docente: Rosa Imelda Ayala Ibarra
Alumna: Antonieta Valdez Cárdenas
El Sabino, El Fuerte, Sin. A junio del 2015
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INDICE
Introducción 4
El tesoro de barba iris 5
Adivina de qué lugar se trata 7
Evidencias de trabajo 8
El hada fea 9
Hacemos historietas 10
Evidencias de trabajo 11
Las semillas 12
Para elaborar un resumen 14
Evidencias de trabajo 15
La abuelita Rigoberta 16
Lo que me contó el abuelo 18
Evidencias de trabajo 19
Furmiga, el futbol de las hormigas 20
¿Cómo es ese lugar? 21
Evidencias de trabajo 22
Conclusión 23
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INTRODUCCIÓN
Como todos sabemos la lectura es de suma importancia hoy en día, ya que,
mediante esta nos dirigimos diariamente, leer no es solo en libros, si no que
leemos por todas parte y es indispensable. Que un niño se interese por la lectura
es muy difícil, pero hay distintas formas de llegar a ellos para que le guste y
disfruten lo que están leyendo. Una de estas formas es buscando textos que sean
apropiados a su edad y a sus gustos.
Esta vez se buscaron cuentos apropiados al grado que se trabajó y como
actividades se utilizaron ficheros didácticos para que los alumnos trabajaran en
relación a la lectura. Y como motivación se les dieron unos premios.
Para que una lectura, cual sea, sea interesante y entretenida se debe de leer con
entusiasmo y con el tono correcto, de manera que se vaya envolviendo en esa
lectura a los alumnos e ir haciendo preguntas de reflexión para involucrarlos y
haya una clara comprensión de esta.
Felipe Garrido es unos de los autores que nos dice que la lectura es una
herramienta para la vida, y que si lo hacemos por gusto y por nuestra propia
cuenta seremos unos lectores auténticos. También nos menciona que se aprende
a leer leyendo. Sólo practicando la lectura nos haremos unos buenos lectores.
Nuestra labor como docentes es inculcarles la lectura a los alumnos y no
imponérselas, dar el ejemplo, pues muchas veces para ellos somos un modelo a
seguir y debe ser el mejor de ellos.
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Según contaba la leyenda, Barba Iris había
sido el pirata de las golosinas más
increíble que había existido nunca.
Durante años asaltó cientos de tiendas de
golosinas y según decían, en algún lugar
perdido almacenaba el mayor tesoro que
ningún niño podría imaginar. Por eso,
cuando Toni y sus amigos encontraron un
extraño y antiguo cofre con lo que parecía
ser un mapa de un tesoro para niños, se
llenaron de emoción y se prepararon para
la gran búsqueda del tesoro de Barba Iris.
Así, siguiendo las pistas, llegaron hasta una cueva oculta junto al lago, donde
encontraron otro pequeño cofre. En él encontraron unas pocas golosinas, un gran
cartel con la letra D, y otro mapa con más instrucciones para encontrar el tesoro,
que les ayudó a superar la decepción inicial de pensar que no se tratara de un
gran tesoro. Toni y los demás consiguieron descifrar el mapa, para lo que
necesitaron algunos días y leer unos cuantos libros, y así llegaron hasta un gran
árbol hueco en medio de un gran bosque, donde volvieron a encontrar un cofre
con algunas golosinas, un nuevo mapa, y una hoja con la letra O.
Entre muchas aventuras encontraron dos cofres más con sus golosinas, sus
mapas y las letras C y B. Pero el último mapa era un tanto extraño. Más que un
mapa, parecían unas instrucciones bastante incomprensibles:
"Al tesoro ya has llegado
pero tendrás que encontrarlo;
si juntas un buen retrato
del hijo de tus abuelos,
y lo pones justo al lado
de la hija de tus yayos,
si luego añades las letras
que cada tesoro ha dado
se desvelará el secreto
que lleva tanto guardado.
Ese que acerca tus sueños
para poder alcanzarlos."
Mucho tiempo discutieron sobre el significado del enigma, y sólo consiguieron
ponerse de acuerdo en que el mensaje hablaba de las fotos de unos padres, pero
no alcanzaban a entender el resto. Hasta uno de los numerosos días que discutían
sobre el asunto en el salón de casa de Toni, mirando como Rincón del Maestro:
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siempre aquellas cuatro letras. Alex, distraído, miraba la foto de los padres de Toni
que había sobre la mesa, y entonces dio un salto:
- ¡¡Lo tengo!!
Todos le miraron con interés, pero en lugar de hablar, Alex se acercó a la mesa.
Reordenó las letras y al final acercó la foto de los padres de Toni.
- O... B... D.. C..... ¡Obedece a tus padres! - gritaron todos a la vez.
Y aunque no hubo millones de golosinas, todos estaban dispuestos a seguir aquel
gran consejo. ¡¡Cómo no iban a hacerlo, si se trataba del mismísimo tesoro del
pirata Barba Iris!!
Pedro Pablo Sacristán
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EL HADA FEA
Había una vez una aprendiz de
hada madrina, mágica y
maravillosa, la más lista y amable
de las hadas. Pero era también un
hada muy fea, y por mucho que se
esforzaba en mostrar sus muchas
cualidades, parecía que todos
estaban empeñados en que lo más
importante de una hada tenía que
ser su belleza. En la escuela de
hadas no le hacían caso, y cada vez que volaba a una misión para ayudar a un
niño o cualquier otra persona en apuros, antes de poder abrir la boca, ya la
estaban chillando y gritando:
- ¡Fea! ¡bicho!, ¡lárgate de aquí!.
Aunque pequeña, su magia era muy poderosa, y más de una vez había pensado
hacer un encantamiento para volverse bella; pero luego pensaba en lo que le
contaba su mamá de pequeña:
- Tú eres como eres, con cada uno de tus granos y tus arrugas; y seguro que es
así por alguna razón especial...
Pero un día, las brujas del país vecino arrasaron el país, haciendo prisioneras a
todas las hadas y magos. Nuestra hada, poco antes de ser atacada, hechizó sus
propios vestidos, y ayudada por su fea cara, se hizo pasar por bruja. Así, pudo
seguirlas hasta su guarida, y una vez allí, con su magia preparó una gran fiesta
para todas, adornando la cueva con murciélagos, sapos y arañas, y música de
lobos aullando.
Durante la fiesta, corrió a liberar a todas las hadas y magos, que con un gran
hechizo consiguieron encerrar a todas las brujas en la montaña durante los
siguientes 100 años. Y durante esos 100 años, y muchos más, todos recordaron la
valentía y la inteligencia del hada fea. Nunca más se volvió a considerar en aquel
país la fealdad una desgracia, y cada vez que nacía alguien feo, todos se llenaban
de alegría sabiendo que tendría grandes cosas por hacer.
Pedro Pablo Sacristán
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LAS SEMILLAS
Hubo una vez 4 semillas amigas que llevadas
por el viento fueron a parar a un pequeño claro
de la selva. Allí quedaron ocultas en el suelo,
esperando la mejor ocasión para desarrollarse y
convertirse en un precioso árbol. Pero cuando la
primera de aquellas semillas comenzó a
germinar, descubrieron que no sería tarea fácil.
Precisamente en aquel pequeño claro vivía un
grupo de monos, y los más pequeños se divertían arrojando plátanos a cualquier
planta que vieran crecer. De esa forma se divertían, aprendían a lanzar plátanos, y
mantenían el claro libre de vegetación.
Aquella primera semilla se llevó un platanazo de tal calibre, que quedó casi partida
por la mitad. Y cuando contó a las demás amigas su desgracia, todas estuvieron
de acuerdo en que lo mejor sería esperar sin crecer a que aquel grupo de monos
cambiara su residencia.
Todas, menos una, que pensaba que al menos debía intentarlo. Y cuando lo
intentó, recibió su platanazo, que la dejó doblada por la mitad. Las demás semillas
su unieron para pedirle que dejara de intentarlo, pero aquella semillita estaba
completamente decidida a convertirse en un árbol, y una y otra vez volvía a
intentar crecer. Con cada nueva ocasión, los pequeños monos pudieron ajustar un
poco más su puntería gracias a nuestra pequeña plantita, que volvía a quedar
doblada.
Pero la semillita no se rindió. Con cada nuevo platanazo lo intentaba con más
fuerza, a pesar de que sus compañeras le suplicaban que dejase de hacerlo y
esperase a que no hubiera peligro. Y así, durante días, semanas y meses, la
plantita sufrió el ataque de los monos que trataban de parar su crecimiento,
doblándola siempre por la mitad. Sólo algunos días conseguía evitar todos los
plátanos, pero al día siguiente, algún otro mono acertaba, y todo volvía a empezar.
Hasta que un día no se dobló. Recibió un platanazo, y luego otro, y luego otro
más, y con ninguno de ellos llegó a doblarse la joven planta. Y es que había
recibido tantos golpes, y se había doblado tantas veces, que estaba llena de duros
nudos y cicatrices que la hacían crecer y desarrollarse más fuertemente que el
resto de semillas. Así, su fino tronco se fue haciendo más grueso y resistente,
hasta superar el impacto de un plátano. Y para entonces, era ya tan fuerte, que los
pequeños monos no pudieron tampoco arrancar la plantita con las manos. Y allí
continuó, creciendo, creciendo y creciendo.
Y, gracias a la extraordinaria fuerza de su tronco, pudo seguir superando todas las
dificultades, hasta convertirse en el más majestuoso árbol de la selva. Mientras,
sus compañeras seguían ocultas en el suelo. Y seguían como siempre, esperando
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que aquellos terroríficos monos abandonaran el lugar, sin saber que precisamente
esos monos eran los únicos capaces de fortalecer sus troncos a base de
platanazos, para prepararlos para todos los problemas que encontrarían durante
su crecimiento.
Pedro Pablo Sacristán
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Fernando y Susana eran dos hermanitos que vivían
muy felices con su papá, su mamá y la abuelita
Rigoberta.
¡Ah!... y qué lindo era vivir con la abuelita. No todos los
chicos tenían esa suerte, pero Fernando y Susana sí y
la disfrutaban mucho porque Rigoberta era una abuela con una enorme paciencia:
narraba viejas historias y cuentos interesantes; sabía las mejores canciones y los
juegos más divertidos; cosía los vestidos de muñecas más lindos y cocinaba las
tortas y los dulces más ricos.
Pero un día, porque sí nomás y sin que nadie supiera por qué, la abuela Rigoberta
amaneció seria y preocupada.
Y no contó sus viejas historias ni cantó canciones, ni jugó con los chicos, ¡ni
siquiera cocinó una torta!
¡Nada!
Toda la familia se asustó: ¿Qué le pasaba a la abuela? ¿Estaría enferma?
A la mañana siguiente, cuando se reunieron para desayunar, se encontraron con
que la abuela ya lo había hecho muy tempranito y estaba sentada en su sillón
favorito leyendo el diario.
Y eso no fue todo. Cuando le preguntaron qué leía y si había alguna noticia
importante, la abuela contestó que sólo estaba buscando trabajo. Sí, tra-ba-jo.
Pero no pudo terminar de hablar, porque el papá, al oírla, se atragantó con la
tostada; la mamá se puso mermelada en los dedos; Susana derramó el café con
leche y Fernando se cayó de la silla.
Y la abuela Rigoberta, sin darse cuenta de los desastres causados, siguió leyendo
muy tranquila.
Finalmente dijo, cerrando el periódico:
-¡Qué barbaridad! No puedo encontrar el trabajo que busco; tendré que poner un
aviso ofreciéndome.
-¿Y cuál es el trabajo que estás buscando, abuelita? -preguntó Fernando.
-Justamente, de eso quiero trabajar, de "abuelita" -contestó Rigoberta y siguió
explicando que había muchos nenes que no tenían abuela y que eso era muy
triste.
Entonces había pensado trabajar para esos chicos en su tiempo libre; es decir,
cuando Fernando y Susana estaban en la escuela.
A la familia le pareció una "idea genial", como todas las que se le ocurrían a
Rigoberta.
Al día siguiente, el extraño aviso ofreciendo trabajo de abuelita, salió en el
periódico y mucha gente llamó por teléfono. Fueron tantos los pedidos, que era
imposible cumplir con todos. Y esto, por supuesto, preocupó a Rigoberta, que se
encerró en su dormitorio a pensar.
Y pensó… y pensó.
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Pensó tanto, que ese día no almorzó ni cenó; sólo apareció cuando ya todos
habían terminado de comer el postre.
Entonces anunció muy contenta, que ya tenía la solución del problema: estaba
decidida a fundar la primera "Compañía de Abuelos Voluntarios".
Era, en verdad, una excelente solución porque también había muchos abuelos sin
nietos y eso era tan triste como nietos sin abuelos.
Pero gracias a la abuelita Rigoberta, la "Compañía de Abuelos Voluntarios" fue un
éxito y todos podían conseguir abuelos y nietos adoptivos a gusto.
Y la abuela Rigoberta ya no se preocupó más y se sintió muy feliz.
Y el que quiera un cuento contado por una auténtica abuelita, que llame por
teléfono a la "Compañía de Abuelos Voluntarios".
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Por aquellos días, el gran árbol hueco
estaba rebosante de actividad. Se celebraba el campeonato del mundo de
furmiga, el fútbol de las hormigas, y habían llegado hormigas de todos los tipos
desde todos los rincones del mundo. Allí estaban los equipos de las hormigas
rojas, las negras, las hormigas aladas, las termitas... e incluso unas extrañas y
variopintas hormigas locas; y a cada equipo le seguía fielmente su afición. Según
fueron pasando los partidos, el campeonato ganó en emoción, y las aficiones de
los equipos se fueron entregando más y más, hasta que pasó lo que tenía que
pasar: en la grada, una hormiga negra llamó "enanas" a unas hormigas rojas,
éstas contestaron el insulto con empujones, y en un momento, se armó una gran
trifulca de antenas, patas y mandíbulas, que acabó con miles de hormigas en la
enfermería y el campeonato suspendido.
Aunque casi siempre había algún problema entre unas hormigas y otras, aquella
vez las cosas habían llegado demasiado lejos, así que se organizó una reunión de
hormigas sabias. Estas debatieron durante días cómo resolver el problema de una
vez para siempre, hasta que finalmente hicieron un comunicado oficial:
"Creemos que el que todas las hormigas de un equipo sean iguales, hace que las
demás actúen como si se estuvieran comparando los tipos de hormigas para ver
cuál es mejor. Y como sabemos que todas las hormigas son excelentes y no
deben compararse, a partir de ahora cada equipo de furmiga estará formado por
hormigas de distintos tipos”.
Aquella decisión levantó un revuelo formidable, pero rápidamente aparecieron
nuevos equipos de hormigas mezcladas, y cada hormiga pudo elegir libremente su
equipo favorito. Las tensiones, a pesar de lo emocionante, casi desaparecieron, y
todas las hormigas comprendieron que se podía disfrutar del deporte sin tensiones
ni discusiones.
Pedro Pablo Sacristán
23. 23
CONCLUSIÓN.
El proceso de la lectura en el aula de cuarto fue una buena experiencia, a
pesar de pensar que sería difícil todo salió muy bien. Los alumnos pusieron de
su parte, poniendo atención y elaborando las actividades de los ficheros.
Hubo para quienes el saber que les leería un cuento diario les pareció aburrido,
pero cuando les leí el primero se dieron cuenta que no solo iba a leer yo nada
más, sino que ellos también iban a intervenir.
Su mayor motivación eran los premios que recibirían si hacían adecuadamente
su trabajo. Ver su carita de emoción e ilusión imaginándose una historia,
participando activamente es una satisfacción grande que como docente lo
aprecias y te dan razones para seguir haciendo este tipos de actividades.
Se pudo comprobar que leer en voz alta es una de las mejores maneras para
que los niños se interesen y entiendan lo que están leyendo, pero siempre y
cuando sean del interés y adecuados a su edad. Es una estrategia para que
todos sepan lo que estén leyendo y se dé una buena comprensión lectora, que
puedan interpretar lo que les quedó de la lectura.
Otra de las estrategias fue llevar alguna caracterización del cuento que se
leería, lo que se hacía era preguntar que si de qué trataría el cuento y se hacía
una revolución dando ideas la gran mayoría acertaban.
Aunque fue poco el tiempo que se le dedicaba a esta actividad se trató que
fueran unos minutos muy aprovechados y más por la cooperación de los niños.
Los alumnos quedaron muy satisfechos con la actividad y las participaciones
que ellos tuvieron.