Los fertilizantes son compuestos químicos que enriquecen el suelo para mejorar el desarrollo de las plantas, y se producen agregando nitrógeno, fósforo y potasio a materiales o derivados de petróleo y gas. Para reducir su impacto ambiental, se recomienda usar fertilizantes menos dañinos o compostas caseras y optar por plaguicidas naturales en lugar de sintéticos, ya que contaminan menos el agua y la tierra.