La cultura Chavín se desarrolló en Chavín de Huántar, Perú y se destacó por su arquitectura de piedra y barro, sus excelentes esculturas de piedra como el Lanzón Monolítico y el Obelisco Tello, y su cerámica de color negro que imitaba la piedra. Su religión giraba en torno a una triada sagrada compuesta por el jaguar, el cóndor y la serpiente.