La terapia génica busca crear células que produzcan insulina en respuesta a los niveles de glucosa y que puedan ser trasplantadas sin suprimir la inmunidad. Esto se puede lograr mediante la inducción de factores como la leptina para metabolizar la glucosa, regular los genes de la glucosa, o tratar problemas autoinmunes asociados con la diabetes tipo 1. Se utilizan vectores virales como el adenovirus o adenoasociados, pero también se desarrollan vectores poliméricos para transportar material génico a las células