El documento propone tres soluciones para abordar la inseguridad: 1) que el Estado cree un mejor sistema educativo que reduzca la deserción escolar y ofrezca oportunidades laborales para todos, 2) que el Estado establezca un organismo descentralizado formado por expertos para formular estrategias contra el crimen, y 3) que el Estado invierta más en educación subiendo los sueldos de los maestros, capacitándolos y alimentando a los estudiantes.