1) La Comunidad Valenciana ocupa el décimo puesto en hábitos de lectura entre las 17 comunidades estudiadas. 2) Aunque la mayoría de niños lee como deberes y en su tiempo libre, los resultados en comprensión lectora son negativos y España está por debajo de la media europea. 3) Se realizan planes para fomentar la lectura en los colegios públicos valencianos, pero se necesita formar mejor a los profesores y aumentar su implicación para mejorar los resultados.
Ricardo Ten imparte una conferencia en Caxton College
Días de lectura, días de aprendizaje
1. Un reto importante en la educa-
ción infantil y juvenil es inculcar
el amor por la lectura. La Comu-
nidad Valenciana es una de las
autonomías que más trabajo tie-
ne por delante ya que ocupa el
décimo puesto de las 17 comuni-
dades estudiadas en el último ba-
rómetro de hábitos de lectura y
compra de libros, publicado en
2012 por la Federación de Gre-
mios de Editores de España. El
barómetro muestra, sin embar-
go, que el 100% de los niños en-
tre 10 y 13 años lee como deberes
escolares y que el 84,6% lo hace
también en su tiempo de ocio.
“En España la mayoría de ni-
ños lee cada día y el gusto por la
lectura desciende a partir de los
13 años. Si los niños son quienes
más leen y no los adultos, ¿qué
estamos haciendo para que, en
lugar de leer más, conforme van
creciendo cada vez lean me-
nos?”, se pregunta Consòl Agui-
lar, catedrática de Didáctica de
la Lengua y la Literatura de la
Universitat Jaume I de Caste-
llón. Aunque las cifras de lectu-
ra infantil son abultadas, los re-
sultados de comprensión lecto-
ra del último informe PISA, co-
rrespondiente a 2012, son negati-
vos: España está ocho puntos
por debajo de la media europea
en comprensión lectora, en el
puesto 23 de los 34 países de la
OCDE.
La Generalitat Valenciana im-
pulsa desde 2011 los planes de
fomento de la lectura en los cen-
tros públicos para tratar de re-
montar estos datos. Además de
la lectura de un libro por trimes-
tre de manera autónoma, los pla-
nes incluyen establecer bibliote-
cas en aulas, realizar intercam-
bios semanales de libros entre
alumnos y organizar activida-
des especiales de animación co-
mo la semana del libro. La impli-
cación y conocimientos docen-
tes en esta materia son funda-
mentales y la experiencia de-
muestra que, si se toma en se-
rio, el objetivo de crecer leyendo
se puede lograr.
El colegio público Vicente
Trenco de Moncada (Valencia)
lleva 17 años presentándose al
concurso de literatura infantil
en valenciano de mayor solera:
el Sambori. En 2015, cinco alum-
nos del colegio han pasado a la
final para competir en un certa-
men en el que las creaciones de
sus alumnos han llegado a ser
en dos ocasiones las mejores de
toda la Comunidad Valenciana.
“La escritura va cogida fuer-
temente de la mano de la lectu-
ra y el gusto por escribir de ma-
nera espontánea se despierta
cuando los niños están motiva-
dos por leer”, explica Milagros
Ciudad Real, jefa de estudios del
centro y tutora de primaria. “No-
sotros creemos mucho en el pre-
mio Sambori y en la literatura
en valenciano y lo transmitimos
a los niños”. Para eso, entrenan
en clase “haciendo cuentos con-
juntos, con metodología más o
menos dirigida según el nivel,
cogiendo ideas de todos los
alumnos”. Después, cada uno ha-
ce su propia creación. “En el pri-
mer ciclo de infantil, por ejem-
plo, les doy a elegir personajes y
les pido que escriban entre to-
dos qué va pasando y cómo avan-
za el cuento”. A veces, añade, “si
no saben seguir, se les hacen
preguntas cortas para ayudar-
les y que terminen un cuento
completo.
Algunos colegios privados co-
mo el Caxton College prestan es-
pecial importancia a este tipo de
actividades. “En primaria, los
alumnos recitan diariamente en
clase con un sistema que llama-
mos Talk for writting (hablar pa-
ra escribir) que consiste en leer
en voz alta, moviéndose y drama-
tizando los textos. Mientras
leen, representan los signos de
puntuación con un gesto y eso
ayuda a interiorizar las estructu-
ras del lenguaje”, explica la di-
rectora del centro, Amparo Gil.
Además de las actividades dia-
rias, los centros realizan activi-
dades especiales.
“Tenemos un día donde alum-
nos y profesores tienen que ve-
nir disfrazados de sus persona-
jes literarios favoritos. Este año,
el equipo de secundaria del de-
partamento de español vino dis-
frazado de personajes de Calde-
rón de la Barca. Además de lla-
mar la atención sobre la época y
los autores, esta actividad rom-
pe barreras entre alumnos y pro-
fesores”, explica Gil. Tener una
biblioteca actualizada, acogedo-
ra y que pueda utilizarse como
alternativa a salir al recreo es
importante. La directora del Cax-
ton asegura que la animación
lectora “no supone gran esfuer-
zo en coste, sino en tiempo” aun-
que para eso, reconoce, hace fal-
ta disponer de personal del que,
en ocasiones, los colegios públi-
cos van más escasos.
Ante el enorme mercado que
suponen los lectores más peque-
ños, la literatura infantil y juve-
nil se ha convertido en una de
las mayores esperanzas de las
editoriales. La última feria del
libro de Valencia, que cerró sus
puertas el pasado domingo, ha
contado con la presencia de cer-
ca de 15.000 escolares que han
realizado talleres, escuchado
cuentacuentos, mantenido en-
cuentros con escritores y asisti-
do a firmas de libros en un mo-
mento en que desde La rateta
Marieta hasta Los juegos del ham-
bre, la literatura se adapta para
satisfacer a un tipo de lector ca-
da vez más exigente.
Uno de los centros que nunca
se pierde la feria es el colegio
público Ausiàs March de Paipor-
ta (Valencia). Este año ha lleva-
do a la feria a más de 150 alum-
nos de distintos niveles que han
escuchado cuentacuentos y han
podido encontrarse con autores.
“Trabajamos mucho a lo largo
de todo el año por qué elegir un
libro y no otro, qué tipo de libros
les gustan, hacer o no colección
de un autor, hablamos de presu-
puestos económicos…”, cuenta
Carmen Salas, tutora de prima-
ria. “Cuando vamos a la feria, ca-
Días de lectura, días de aprendizaje
Con la llegada del Día y las ferias del Libro, alumnado y profesorado reavivan el
interés y actividades lectoras y se replantea el debate sobre por qué no se lee más
PILAR ALMENAR VARA
Alumnos de Educación Primaria e Infantil participan en una actividad de animación lectora en la Fira del Llibre de València. / mònica torres
Día en el que alumos y profesores del Caxton College se disfrazan de sus personajes favoritos.
“Hacer actividades
en la feria del libro
permite ensayar con
el placer de elegir”
Leer en voz alta o
hacer cuentos en
conjunto ayuda a
escribir mejor
12 EXTRA EL PAÍS, VIERNES 8 DE MAYO DE 2015
Tiempo de educación
2. da alumno lleva su presupuesto
y compra un libro a su elección.
Después de hacer las actividades
de animación de la feria, baja-
mos al río y hacemos un fórum-
libro donde los niños hacen un
primer repaso de lo que han
comprado, se lo enseñan unos a
otros y se recomiendan las nove-
dades que han encontrado. Des-
pués, cuando ya lo han leído, ca-
da uno expone en clase de qué
iba y si les gustó o no; si acerta-
ron o no”, señala la tutora de pri-
maria. “Hacer actividades en la
feria del libro permite experi-
mentar el placer de poder elegir.
Nuestro objetivo principal es fo-
mentar el criterio propio y fun-
ciona, porque los niños acaban
volviendo después a la feria pero
con sus padres”, asegura Salas.
También era visible la presen-
cia de alumnado de Secundaria
en la feria. Centros como el insti-
tuto público Conselleria comple-
taba su programa de actividades
( certámenes de poesía, de narra-
tiva, su propia fireta o jocs flo-
rals) con la visita a la Fira del
Llibre. Con el objetivo de inte-
grar a todos los agentes implica-
dos en el fomento de la lectura,
l'Associació d'Editors del País
Valencià y el Gremi de Llibrers
de València presentaron en mar-
zo el Pla de Foment del Llibre i
la Lectura 2015-2020, documen-
to que pretende ser un trampo-
lín para el sector y para el fo-
mento de la lectura también en
valenciano. La Generalitat ha
aceptado adherirse a este plan y
crear una mesa de trabajo pero
el problema, según los expertos,
no está en la falta de ideas, sino
en su ejecución.
“Hay muchas cosas que no es-
tán haciendo bien. Quienes ges-
tionan la política educativa di-
cen que estamos muy mal en lec-
tura, pero no quieren reconocer
que estamos así porque no se
garantiza una formación ade-
cuada”, apunta la catedrática
Consòl Aguilar. "Tenemos auto-
res e ilustradores excelentes pe-
ro el problema es que el profeso-
rado desconoce a muchos de
ellos y en los centros se repiten
siempre los mismos autores que
no necesariamente son los mejo-
res”, explica esta especialista en
literatura infantil y juvenil.
Aguilar precisa algunas cau-
sas que nos separan de los paí-
ses con mejores resultados edu-
cativos. “No es normal que no se
forme adecuadamente al profe-
sorado para que pueda trabajar
bien la lectura, en soporte papel
y digital. En Finlandia, los profe-
sores de secundaria tienen
1.400 horas de formación peda-
gógica y aquí no. Y no es que los
nuestros no sean buenos profe-
sores, sino que el tipo de accio-
nes educativas y las metodolo-
gías que se utilizan son muy im-
portantes. Preguntarle a un ni-
ño de qué color es la levita del
protagonista es absolutamente
irrelevante. O preguntarle qué
le ha gustado más porque, a lo
mejor, no le ha gustado nada",
critica.
Para Aguilar, el problema es-
tá también fuera de la escuela.
"La primera cosa que estamos
haciendo mal es el gasto público
en políticas de lectura. No es
normal, ni educativo, ni cívico
cerrar bibliotecas o abrirlas sin
dotación adecuada ni personal
especializado. Y no es normal
que no haya conexión entre el
sistema educativo y el de biblio-
tecas”, se queja.
Si hay algo en lo que todos los
agentes implicados coinciden es
en que uno de los factores clave
para el hábito lector no está en
la escuela, sino en casa.
“Tenemos muchos tipos de
alumnado, algunos cuyas fami-
lias tienen un interés nulo por la
lectura. Cuando el niño viene
con un cuento, hay que hacerle
caso, dedicarle tiempo, hacerle
preguntas sobre lo que entien-
de… implicar a las familias a ese
nivel resulta muy difícil. Lleva-
mos una vida muy estresante co-
mo padres y, cuando llegas a ca-
sa, lo que quieres es que el niño
se de prisa en hacer los deberes
para ir a la ducha. Llevamos a
los niños a remolque y pretende-
mos que lleven un ritmo que
puede que les perjudique a la
hora de estudiar”, reflexiona Mi-
lagros Ciudad Real, jefa de estu-
dios del colegio público Vicente
Trenco.
La catedrática de Didáctica,
Consòl Aguilar, explica que “el
descenso del número de lecto-
res se produce a partir de los 13
años y luego se recupera el hábi-
to en la veintena”. Artículos pe-
riodísticos interesantes o lectu-
ras más cortas que supongan
menos tiempo de dedicación,
son algunas de las ideas que ex-
pertos y profesores proponen pa-
ra estos alumnos. “Un adolescen-
te con el que se ha trabajado
bien la lectura no es un bicho
raro que está leyendo en su casa
todo el día. Tener una vida so-
cial activa no es incompatible
con leer”.
Aguilar defiende que "se debe
formar a todo el mundo en una
competencia lectora crítica y en
competencia literaria para que
puedan disfrutar de la lectura” y
considera que “muchas veces, no
hacerlo puede ser una decisión
interesada porque una ciudada-
nía informada es una ciudadanía
crítica, que lee también los pro-
gramas electorales de manera
crítica y que puede elegir a quién
vota y a quien no”. ½
Alumnado de un instituto en la Fira del Llibre./ mònica torres
“Hay que formar
bien al profesorado
para que pueda
trabajar la lectura”
Todos coinciden en
que un factor clave
para el hábito
lector está en casa
EL PAÍS, VIERNES 8 DE MAYO DE 2015 EXTRA 13
Tiempo de educación