El documento describe diferentes formas en que un autor podía revocar un testamento según el derecho civil y el derecho honorario. El derecho civil consideraba que un nuevo testamento revocaba el anterior, mientras que el derecho honorario veía la destrucción intencional del testamento como una revocación. Finalmente, Justiniano aceptó que un testador podía revocar expresamente un testamento frente a tres testigos.