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Derechos humano e intercultaridad
1. PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ
MAESTRÍA EN GERENCIA SOCIAL
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Autor: Cluver Jesús Villarán Ita
Fecha: lunes 12 de abril de 2021
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Relación entre derechos humanos, inclusión e interculturalidad
Considerandose que los “derechos humanos son normas que reconocen y protegen la
dignidad de todos los seres humanos” (UNICEF Finlandia, 2015, Párr. 01)
Richard Rorty, Considera que es necesario la consolidación de una sociedad con libertad,
menos cruel y dogmática, para ello no es necesario en dedicarnos a encontrar una explicación
o justificación de tipo histórico, sino es necesario lograr la manipulación de los sentimientos.
En tal caso, para ser parte de la cultura de los derechos humanos no es necesario de tener
conocimientos especiales como la racionalidad, si no que se haya formado de una manera
adecuada en lo emocional. Por decir, buscar entender que los derechos humanos como un
limite inquebrantable de todas las acciones es más o menos equivalente al cese de todas las
reflexiones y de todas las posibles críticas: "Desde la perspectiva de un pragmático, el
concepto de 'derechos humanos inalienables'" Cuando se cita como un motivación, estos
lemas simplemente dicen que ya no existe. Nuestros recursos de argumentos. Los derechos
de las personas como hablar de "honor de la familia" o "país en peligro" no son aptos para la
crítica y el análisis filosófico, pero deben ser superados. Decir "Estoy aquí para detenerme:
no puedo hacer nada". No es una razón para actuar, sino un anuncio de que el tema ha sido
bien pensado y se ha tomado una decisión.
De esta forma Rorty creia que lo que falta es hacer más consistente y consciente el fenómeno
de los derechos humanos, es necesario completar su diagnóstico del problema, porque no
hemos encontrado en su texto el establecimiento absoluto de los derechos humanos como un
hecho mundial..
Tzvetan Todorov, considera que los individuos, incluso en grupos se puede determinar de
manera convincente que un grupo ha sido víctima de injusticias en el pasado, esto les
proporcionará una credibilidad inagotable en el presente. Dado que la sociedad reconoce que
los grupos, no solo los individuos, tienen derechos, deben obtener beneficios; ahora, cuanto
mayor fue la pérdida en el pasado, mayores serán los derechos ahora. No es necesario luchar
por los privilegios, sino obtener formalmente la única membresía de un grupo previamente
desfavorecido. Por lo tanto, la competencia incondicional no es para la realización de la
cláusula de nación más favorecida entre países, sino la cláusula para los grupos más
vulnerables. Los afroamericanos brindan ejemplos elocuentes de este comportamiento.
Es importante señalar que la remuneración obtenida a través de la condición de víctima no es
necesariamente sustantiva, sino por el contrario la indemnización pactada por el responsable
de la desgracia o sus descendientes permitió prorrogar la deuda simbólica con las víctimas.
Una restauración completa del pasado es imposible, y la memoria siempre significa una
elección: retener ciertas características del evento de la escena y eliminarlo desde el principio
o gradualmente, es decir olvido. Es por ello que el uso del término "memoria" para referirse a
la capacidad del ordenador para almacenar información resulta tan perturbador, porque falta
la característica constitutiva de la memoria para esta operación: el olvido. Paradójicamente,
2. se puede decir que la memoria está lejos de ser opuesta, sino olvidada. El olvido parcial en
una dirección es un olvido esencial. Simplemente no podemos concluir que la memoria del
pasado sea preferible a olvidar la memoria. La elección entre los dos depende de la situación
específica. Restaurar el pasado es un derecho legítimo de un país democrático, pero no una
obligación. Recuérdele a alguien que lo más doloroso del pasado será cruel, pero también
existe el derecho al olvido.
Salomón Lerner, considera que el reconocimiento del terrible mal manifestado por la
violencia religiosa y política hace del liberalismo una interpretación crítica de la vida social. A
través del “liberalismo”, entiendo el sistema de creencias políticas basado en oponerse a tal
violencia: es la opción decisiva para la distribución del poder. El establecimiento de un espacio
de opinión pública se basa en el establecimiento de un espacio para proteger la libertad de
individuos y ciudadanos a través de la nominación y defensa de catálogos de derechos
humanos, a identificación de conductas crueles y prácticas de abuso de poder.
No debemos confundir el liberalismo con el llamado "neoliberalismo", es decir, determinar la
lógica del "libre mercado" como la única y última racionalidad de las relaciones sociales y del
diseño institucional; para cualquiera, la "nueva libertad" No es ningún secreto que el propio
"ismo" se ha convertido en un credo fundamentalista y exclusivo, credo que ha convivido
muchas veces de una manera aparentemente no libre en una terrible dictadura.
El orden público busca garantizar legalmente esta convivencia a través de instituciones
sólidas que protejan estas decisiones y prácticas. Quienes no respetan este sistema político
constitucional están excluidos de una sociedad libre: en principio, la política tolerante no tolera
a las personas intolerantes. Por lo tanto, el liberalismo parte de la perspectiva de la
fenomenología de una manera ética, centrándose en la apertura política del lenguaje maligno
y las diversas interpretaciones del significado de las cosas. A partir del conocimiento y la
expresión de este lenguaje, es obvio que las cuestiones morales no se limitan a rincones
estrictamente privados.
Pero la forma más común de demostrar moralmente la intolerancia es colocarla en una
situación inevitable, así como no es accidental. El desorden de la planificación intencional está
en el centro del argumento de la impunidad. Por lo tanto, los países que violan
sistemáticamente los derechos humanos a menudo argumentan que si cometen estas
violaciones irrazonables es porque no tienen otra opción. De esta forma, pueden quedar
exentos de responsabilidad. La razón de la impunidad es colocar contingentes según
corresponda. Si no toleramos algo bajo ninguna circunstancia, siempre es un daño
irrazonable, siempre injusto y siempre abominable. Esta es la única forma de detenerlo, evitar
que se copie y convertirlo en una dimensión de convivencia inevitable.
Amartya Sen, considera que una lectura erronea de la identidad tiene implicaciones para el
mundo internacional, y la eventual manipulación que las mismas hacen del concepto. La
principal, se produce al esencializar la pertenencia a un grupo, y convertirla en el único modo
de relacionarse con el mundo. Esta manipulación se podria evidenciar en los planteamientos
que no sólo describe las líneas divisorias, sino que se reconoce como auténticas líneas de
quiebra y conflicto. Su reacción consiste, precisamente, en remontarse a la raíz misma de la
manipulación: la esencialización de determinadas características de la naturaleza humana por
su pertenencia a un grupo que comparte una identidad cultural forjada a lo largo de la Historia.
Es un continuo de intercambios y deudas culturales de unas sociedades con otras. Los
principales rasgos de los “culturalmente inconmensurables” bloques civilizatorios, presentan
3. genealogías llamativas en muchos casos. Pero si hay algo casi tan histórico como los
intercambios de ideas y prácticas, eso es la manipulación que el poder siempre ha hecho de
la diferencia. Es la desigualdad de poder entre unos grupos y otros lo que transforma la
diferencia entre ellos en algo esencialmente relevante. Y si llega a serlo no se debe a que esa
diferencia sea naturalmente relevante, sino a que tanto el que define como el definido en torno
a ella, se reconozcan en esos términos. La acción y su reacción.
Considero que el enfoque de derechos humanos conlleva profundas implicancias a la hora de
diseñar e implementar políticas de superación de la pobreza. Si la pobreza no constituye
exclusivamente una privación de índole económica sino también un obstáculo para el
desarrollo de capacidades, las políticas que busquen erradicarla deberán no sólo ofrecer los
medios para que estas personas superen las privaciones que obstaculizan su acceso a
derechos sociales y culturales, sino también aquellos que les permitan desarrollar su
autonomía, en términos de establecer sus propios planes de vida y disponer de los medios
adecuados para llevarlo a cabo. La igualdad y no discriminación constituyen dos de los
elementos fundamentales del derecho internacional de los derechos humanos, y resultan
especialmente relevantes para el diseño, implementación y análisis de las políticas de
superación de la pobreza. En ocasiones, la pobreza constituye en sí misma una causa de
discriminación. Dicha discriminación no sólo se expresa en el plano de las relaciones sociales,
sino también en el plano institucional y como toda discriminación, puede ser voluntaria o
involuntaria. Finalmente, el principio de igualdad y no discriminación tendrá derivaciones en
los criterios de distribución del presupuesto y del gasto social, y en tal sentido se relaciona
con la necesidad de orientar las políticas y los recursos públicos con base a determinados
principios de justicia distributiva. El principio de participación es otro de los ejes centrales de
los derechos humanos, y resulta vinculante a la hora de definir e implementar políticas de
superación de la pobreza. En tal sentido, aunque no siempre la participación requiere ser
directa, es necesario que existan instituciones que la garanticen. Ahora bien, una participación
genuina y no “decorativa” deberá fortalecer las capacidades y la actoría de la población tanto
en el proceso de toma de decisiones acerca de la política, como en el reclamo por sus
derechos. Esto resulta central en tanto se perciba a la población beneficiaria como sujeto de
derechos y no como objeto de caridad estatal. Sólo así se logra el objetivo de otorgar poder a
la población que se encuentra en situación de pobreza, hecho que redunda en una significativa
transformación de la relación entre el Estado y la ciudadanía
Fidel Tubino, , En este caso, se Intenta partir del respeto a los debates multiculturales e
interculturales, y conciliar la justicia y la igualdad entre diferentes culturas sobre la base del
respeto a los derechos humanos. Estos métodos no son mutuamente excluyentes, y ambos
muestran similitudes, comenzando por la necesidad de tener derechos diferentes para lograr
la igualdad entre culturas. Sin embargo, el alcance de las normas interculturales es más
amplio. Esforzarse por ir más allá de la tolerancia y la convivencia, y promover el respeto, la
convivencia, el diálogo y el aprendizaje mutuo entre culturas.
No sólo apuesta por la justicia formal basada en el reconocimiento de derechos, sino por una
justicia sustancial que articule reconocimiento con reformas estructurales y redistribución,
para atacar las causas de la desigualdad entre culturas. Ambos presentan límites para
armonizar la igualdad entre culturas y el respeto por los derechos humanos. Del mismo modo,
el derecho a distinguir solo se reconoce cuando se rigen grupos culturales con base en
principios liberales. Si bien esto es adecuado para proteger los derechos humanos, en última
4. instancia, establece la desigualdad entre culturas desde el principio porque asume que cultura
y cultura de interdependencia.
Yo creo que el transculturalismo, el aprendizaje mutuo transcultural no es un estándar
suficiente para la protección de los derechos humanos. Pero desde esta perspectiva, es
imposible definir estándares a priori, como los límites de tolerancia que establece, porque esto
significaría imponer un estándar cultural único y destruir la igualdad entre culturas. Por tanto,
en un sentido normativo, la única opción para dar respuesta a las preguntas planteadas es el
diálogo intercultural, que es un mecanismo que permite que diferentes culturas acuerden
estándares para el desarrollo de sus relaciones. Esto significa ir más allá de la dicotomía entre
universalismo y relativismo. Aunque se asume que los derechos humanos no son universales,
en el sentido de que constituyen una condición inherente a todas las culturas, esto no significa
que los relativistas rechacen la intención de difundirlos a culturas no occidentales. Otra opción
es tratar los derechos humanos como de aplicación universal.
El caracter universal no depende de sus origines, sino se constituye como punto de
concordancia para el diálogo intercultural que busca que las culturas diferentes adopten
voluntariamente los derechos o los traduzcan en propios valores.
Kwame Appiah, el autor se esfuerza por establecer el punto de partida de la argumentación
autorizada mediante la combinación de ética individualista, lingüística, literatura y argumentos
filosóficos, y el propósito de esta reflexión es dar valor moral en el proceso de construcción
de la identidad personal. . En este nivel, el desafío que plantean los hechos sociales no
constituye un problema. La razón es que es la sociedad la que da sentido a este proceso. En
esta etapa, actuará de acuerdo con el guión, el código de conducta establecido o al menos
esperado por la comunidad. Porque aquí es donde radica la jerarquía voluntaria entre
diferentes asignaciones. En la sociedad, la consideración del individuo de "quién es" se
plasmará en un "comportamiento similar".
A partir de este rol y la exclusividad derivada de la interacción de diferentes roles, podrá hacer
una narrativa única de su vida. Esto es lo que haces tú mismo y eventualmente será relevante.
Lecturas que no son identidades colectivas buscan una forma de gestionar la diversidad
dentro de la sociedad, o buscar enfrentamientos entre ellas. También criticó con sarcasmo las
apuestas por la multiculturalidad dentro del país porque representan el enfrentamiento entre
civilizaciones. Ambos extremos afectan la naturaleza de la identidad del individuo.
El multiculturalismo defiende tradiciones y culturas que son diferentes de su conservadurismo
y que pretenden establecer su propio entorno de fondo. En nombre de ciertas identidades de
grupo, promueve la segregación dentro de la sociedad y ralentiza la naturalidad de los
individuos en sus acuerdos personales. La evolución se trata de la lealtad que mantienen. La
intervención institucional en este nivel frena estos desarrollos y debilita el papel del propio
Estado como facilitador de las condiciones para el ejercicio de las libertades civiles al
establecer sus propias vidas (lo que incluye proporcionar opciones y limitaciones de memoria).
El Perú asociado a la falta de interculturalidad y exclusión de grupos vulnerables.
5. En caso de la población aborigen ha acumulado más desventajas y se basa en la estructura
social, por lo que se ha convertido en víctima de una exclusión social "dura". Este grupo fue
excluido del mercado laboral debido a la incapacidad de acumular capital material y humano,
así como a las limitaciones para disfrutar de los bienes públicos y desarrollar el aprendizaje
de nuevas tecnologías. Por otro lado, que el número de años de educación, la asistencia a
una escuela privada, el uso de líneas telefónicas y el seguro médico disponible se
correlacionan negativamente con las características de la población indígena. Al igual que
otros países de América Latina, en Perú, los grupos indígenas y afrodescendientes son más
discriminados que otras poblaciones. El último estudio realizado se encontró que alrededor
de un tercio de los encuestados dijeron que habían experimentado que "las personas se
comportan mejor que ellos mismos", o sintieron que eran "menos respetados que los demás"
o "Parece ser persona."
Entre los que afirman ser discriminados, entre el 15% y el 20% debe ser por su raza u origen
étnico o lugar de origen. Finalmente, el estudio encontró que los hablantes nativos son más
discriminados que los hispanohablantes, y los que se autodenominan "montañas" son más
discriminados que los "limeños", los "mestizos" y los "españoles". Costa ”. Según
investigaciones recientes, a pesar de ser los dos grupos sociales más discriminados, la
experiencia de discriminación entre afroperuanos e indígenas es diferente en origen y
expresión. En primer lugar, entre los afrodescendientes, la raza se discrimina entre sí. El papel
del proceso es más obvio, lo que apoya la hipótesis de que el racismo es el tema central del
grupo.
Esto es diferente a la situación de los pueblos indígenas, donde la etnia es un factor menos
evidente y, en todo caso, la etnia suele estar relacionada con otros factores sociales y
culturales: vestimenta, idioma y origen social. Por lo tanto, en este sentido, existe una
diferencia entre este y el pueblo indígena, porque en este caso la raza, la etnia y las
condiciones sociales parecen estar íntimamente entrelazadas.
Referencias
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APPIAH, K. (2008). Mi cosmopolitismo. Katz Editores.
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