El terremoto de magnitud 8.9 que golpeó Japón en 2011 causó un desastre nuclear en la planta de Fukushima al dañar sus reactores y hacer que sus temperaturas se elevaran peligrosamente y fueran difíciles de estabilizar. Un reactor nuclear es una instalación que controla una reacción nuclear en cadena para producir energía o materiales, y debe ubicarse cerca del agua para enfriamiento y en zonas sísmicamente estables para evitar accidentes. Aunque no emiten gases dañinos, generan desechos radiactivos muy peligros