Cristóbal Colón propuso llegar a Asia navegando hacia el oeste, y convenció a los Reyes Católicos de España de financiar su expedición. Zarpó en 1492 con tres barcos y llegó a una isla de las Bahamas, creyendo haber llegado a Asia, aunque en realidad había descubierto un nuevo continente. Su viaje resultó en el intercambio de alimentos y riquezas entre Europa y América, aunque las poblaciones indígenas sufrieron por ser despojadas de sus tierras y cultura.