La ética material y la ética formal se basan en conceptos diferentes. La ética material determina la bondad o maldad de las acciones en sí mismas, mientras que la ética formal se limita a indicar cómo debemos obrar de acuerdo con normas a priori sin presentar fines específicos. Ambas éticas presuponen la razón y la voluntad como facultades humanas fundamentales. Las personas pueden elegir y practicar diferentes sistemas éticos dependiendo de sus propios principios, aptitudes y actitudes.