2. Agustín de Hipona
Agustín de Hipona o San Agustín (354-430, África),
fue un filósofo y sacerdote del siglo IV. Es Santo y
Doctor de la Iglesia Católica.
Su pensamiento sobre el ser humano se caracteriza
por rescatar las ideas platónicas y vincularlas con el
pensamiento cristiano. Además, desarrollo variadas
disputas intelectuales y teológicas contra las
herejías de su tiempo. Fue nombrado Obispo de
Hipona.
En su vida se destaca su conversión en la adultez al
cristianismo (antes perteneció al maniqueísmo), lo
cual el mismo retrata en una de sus principales
obras: Confesiones.
De sus variadas obras se destacan especialmente
dos: Ciudad de Dios y Confesiones.
3. La concepción antropológica
de San Agustín se desarrolla
dentro del esquema
general de la teoría
platónica del hombre
Añadiendo una serie de
elementos propios de la
tradición cristiana que lo
van a distanciar del
platonismo y que van a dar
a su pensamiento un
carácter propio.
4. Dios creo todo lo que existe. Pero a diferencia del demiurgo platónico,
Dios crea al mundo de la nada (Creator ex nihilo)
Dios creo al hombre a su imagen y semejanza, siendo el fin del hombre
la felicidad. Esta solo puede alcanzarse en Dios y luego de la muerte del
cuerpo. NO es posible ser feliz totalmente en el mundo terrenal.
5. San Agustín mantiene una
postura dualista sobre el ser
humano.
Al igual que Platón, para San
Agustín en el ser humano se
encuentran cuerpo
(sentidos) y alma (razón),
siendo esta última lo que
caracteriza al hombre:
“El ser humano es un alma racional que se sirve de un cuerpo mortal y
terreno”.
6. • El cuerpo es un instrumento del que se sirve el alma, la cual está hecha a
imagen y semejanza de Dios.
1. El alma es inmortal, inmaterial y espiritual.
2. A diferencia de Platón NO preexiste, NO hay una trasmigración, NO hay una
pluralidad de almas.
3. El vínculo entre cuerpo y alma NO es accidental ni el cuerpo es una prisión
del alma (es natural).
¿Cuál es el origen del alma?, ¿Quién la ha creado?
San Agustín se desplaza por dos posiciones denominadas traducianismo y
creacionismo
7. • El alma humana posee tres características:
1. Memoria:
“Allí se halla escondido cuanto pensamos, ya aumentando, ya disminuyendo, ya
variando de cualquier modo las cosas adquiridas por los sentidos, y todo cuanto
se le ha encomendado y se halla allí depositado y no ha sido aún absorbido y
sepultado por el olvido (…) Por la memoria puedo recordarme a mí mismo y lo
que hice o dejé de hacer, cómo y de qué manera; mientras que, a partir de lo
pasado puedo aventurar sucesos futuros para desearlos” (San Agustín,
Confesiones )
8. • El alma humana posee tres características:
2. Inteligencia (entendimiento):
“El entendimiento, aquello que principalmente nos distingue de las bestias;
supera y está por encima de todos los sentidos por su amplitud y (…) Es por su
medio [de la mente] que comprendemos lo que es justo e injusto; distinguimos lo
verdadero de lo falso, eso se llama intelecto (…)” (San Agustín, Comentarios a los
Salmos)
La inteligencia es un bien propio del ser humano pero también es un
don de Dios. Debe usarse para llegar a Él
9. • El alma humana posee tres características:
3. Voluntad:
“ (…) ¿has retenido y comprendido porque has querido?” (San Agustín,
Confesiones)
10. • Tenemos:
a) Memoria para retener lo que se ha dicho, para recordar nuestra vida.
b) Inteligencia, para comprender lo que recordamos
c) Voluntad para elegir, siendo la condición necesaria para el libre
albedrío del ser humano.
“ Aquí tienes las tres realidades que me he empeñado en hacerte entender a tus
oídos y a tu espíritu. Las tres se encuentran en ti, puedes contarlas, pero no
puedes separarlas. Reflexiona, pues, en estas tres realidades: memoria,
inteligencia y voluntad, que –repito– son enunciadas separadamente, pero operan
inseparablemente (…)” (San Agustín, Confesiones)
12. • Según San Agustín el alma se conoce a sí misma mejor que a las cosas exteriores, lo
que permite la búsqueda interior de la verdad.
• Según el autor, solo Dios es la Verdad y hay que encontrarlo. Para encontrar a Dios
hay que volcarse al conocimiento interior, de uno mismo, ya que el hombre es
imagen de Dios y donde Dios mejor se expresa es en el alma
• Por lo tanto, si el hombre desea alcanzar a Dios, debe enfocarse primordialmente
en conocerse a si mismo.
13. • El conocimiento, para San Agustín, está dado por la fe y la razón: se
complementan mutuamente. Además, tiende a rechazar el “fideísmo”.
• El autor toma en cuenta los límites del entendimiento humano para conocer y
especialmente, para conocer a Dios (de hecho el razonar no desemboca
necesariamente en la creencia en Dios)
1. La fe nos permite conocer la verdad y a Dios. La fe predomina sobre la razón y
la orienta.
2. La razón, subsidiaria de la razón, apoya el conocimiento que entrega la fe. La
razón, correctamente usada, no puede sino apoyar lo que nos enseña la fe.
• Solo así, mediante fe y razón, podremos llegar a conocer La Verdad (revelada por
la fe cristiana): “Cree para conocer. Conoce para Creer” (San Agustín)
14. A.- Scientia (ciencia): conocimiento racional (inferior) de las cosas
temporales. Es el conocimiento sobre el mundo, que parte en nuestros
sentidos
B.- Sapientia (sabiduría): conocimiento superior y fundamento de la
certidumbre. Es el conocimiento de La Verdad, de lo que es eterno
15. • La doctrina del pecado original y el problema de la libertad o del libre albedrío
es uno de los elementos más típicamente cristianos de la concepción del hombre
agustiniana.
• San Agustín considera que los hombres tenemos grabada en el alma las leyes
eternas de la moral y podemos captarlas.
• Sin embargo, el pecado original, aunque acontece en el origen del hombre con
Adán y Eva, afecta (condena) a toda la naturaleza humana y a todos los seres
humanos
• El pecado original es el que hace que el alma dirija su mirada hacia lo que no
debe: hacia las cosas materiales y las sensaciones.
16. • Considera que la voluntad humana NO tiene la capacidad suficiente para
librarse por si misma de la condenación a la que está destinada por el
pecado original: es necesaria la gracia de Dios para poder salvarse, para
lograr decidir y hacer lo correcto.
• Así, guiado por la gracia divina, la cual debe ser solicitada y aceptada, el ser
humano puede ser liberado.
• Así, para San Agustín la libertad es distinta al libre albedrio: la libertad
consiste en NO cometer Pecado.
17. • El amor es superior a la esfera racional, ya que el amor a Dios hace más
bienaventurados que toda razón.
• El amor es considerado por San Agustín la dimensión más fundamental del
espíritu humano, su principal motor.
• El autor, caracteriza al ser humano, esencialmente, por su amor. Sus
pasiones o sus movimientos de la voluntad se califican por el amor que los
vivifica.