Un día típico de una bibliotecaria incluye pasar la mañana entre libros y ordenadores en el trabajo, ir a la biblioteca para jugar juegos y organizar lecturas, y pasar las tardes estudiando inglés, asistiendo a cursos o visitando la biblioteca pública. Por las noches, lee un rato antes de dormir ya sea con un libro físico o en un ebook, y revisa sus redes sociales.