Este documento describe la dimensión espiritual como el núcleo de la vida de una persona porque representa sus principios y valores fundamentales. Define el rumbo de la vida entera y es el centro del liderazgo personal. Señala tres aspectos que conviene desarrollar en esta dimensión: reconocer la propia espiritualidad, leer más sobre espiritualidad y reflexionar sobre ello. El sueño en la dimensión espiritual es llegar a ser una persona armoniosa y sentirse bien consigo mismo.