El documento argumenta que la sociedad actual se preocupa demasiado por cosas materiales y ha olvidado los valores espirituales y familiares, sin creer en un Dios vivo y en Jesús que murió por nuestros pecados. Insta a los lectores a creer en Jesús como su salvador, permitir que entre en su corazón y dejar que el Espíritu de Dios more en ellos, porque Dios está vivo y quiere perdonarlos y hacerlos nuevas personas.