Hemos avanzado mucho en las habilidades técnicas necesarias para construir cosas y gestionar los proyectos con los cuales las construimos, sin embargo sólo menos de la mitad de esos proyectos es considerado exitoso.
Conozca una perspectiva diferente y poderosa para aumentar el éxito en sus proyectos.
1. Septiembre 2016
Dirección y Gestión de Proyectos en 3D
Hemos avanzado mucho en las habilidades técnicas necesarias para construir cosas y gestionar
los proyectos con los cuales las construimos, sin embargo sólo menos de la mitad de esos
proyectos es considerado exitoso.
Conozca una perspectiva diferente y poderosa para aumentar el éxito en sus proyectos.
Patricio Espejo López – patricio@patricioespejo.com – www.patricioespejo.com
En mi práctica profesional, llamó mi atención el nivel de descontento que hay con los proyectos ejecutados, en
todos los niveles de una organización:
Alta Gerencia Gerencia (Project Manager) Demás Involucrados
Porque no obtiene los beneficios
prometidos al aprobar un proyecto y
censura las desviaciones de tiempo,
presupuesto y calidad alcanzadas.
Porque debe hacer un enorme esfuerzo
para lograr terminar sus proyectos, al
mejor nivel de satisfacción posible, con
un alto costo para su calidad de vida.
Porque se declaran mal tratados, no
considerados, mal recompensados y
similares, por lo que esperan nunca
más ser involucrados en un proyecto.
Esto hizo que me planteara la pregunta ¿Cómo hacer para lograr “proyectos que hacen diferencia”?
Para trabajar en la respuesta, decidí aplicar la perspectiva humana para separar el fenómeno, de la forma en
que las personas operan en dicho fenómeno.
En mis reflexiones, me di cuenta que las definiciones tradicionales de proyectos, han determinado que su
hacer se haya concentrado en dos dominios de acción:
La dimensión Física, en donde hay algo que se construye, utilizando procesos y habilidades técnicas
provenientes de una o más disciplinas.
La dimensión de Dirección y Gestión, en donde hay procesos y habilidades técnicas
basadas en mejores prácticas, que son utilizados para: indicar camino, definir
actividades, establecer prioridades y tomar decisiones que activen acciones
efectivas, eficientes y reguladas, que permitan coordinar y optimizar lo que ocurre
en el dominio físico.
Cuando miramos el proyecto desde la perspectiva humana, podemos distinguir un tercer
dominio, en el cual también necesitamos volvernos competentes.
La dimensión de la coordinación humana, en donde hay un flujo de conversaciones que debe ocurrir entre
las personas involucradas para que las acciones en las dos dimensiones anteriores logren los resultados
esperados. En esta dimensión, lo que se requiere son habilidades soft o Soft Skills.
Con esto en mente, surgió mi libro, ya publicado, en el cual el lector puede encontrar tres aportes principales:
1. Una dinámica del tipo de conversaciones que es importante se den:
antes, durante y al entregar su proyecto.
2. Un mapa de aprendizaje que ofrece detalle acerca de esas
habilidades soft o Soft Skills que necesita desarrollar para poder
realizar tal tipo de conversaciones, de manera competente.
3. Recomendaciones para incrementar la capacidad de dirección y
gestión, al integrar los aportes de PMBOK® y PRINCE2®.
Los dos primeros, buscan darle materialidad práctica a la dimensión de la
coordinación humana; y el tercero, me pareció importante desarrollarlo, porque aun cuando es inteligible la
existencia de las dos primeras dimensiones (Física y de dirección y gestión), en la práctica, se opera como si
hubiera uno sola. Me doy cuenta de ello, en mis talleres de PRINCE2®, mejor práctica que promueve trabajar
realmente en dos dimensiones.
Aprender cómo dirigir y gestionar proyectos en 3D, me parece una oportunidad que no deben de dejar pasar
los responsables clave de proyectos. No es algo difícil, con una buena disposición, en muy poco tiempo se
puede comenzar a apreciar los beneficios, al lograr proyectos cada vez más exitosos.
Un comentario final, si bien este libro ha sido producido en el ámbito de proyectos, mucho de su contenido es
aplicable también a los procesos del negocio habitual de las organizaciones, especialmente cuando ésta busca
la orientación al Servicio para la generación de valor en sus clientes.