El documento describe una experiencia espiritual en la que el autor recibió una visión de una bola de luz que representaba la presencia divina en cada persona. La bola se cubría gradualmente de capas oscuras que simbolizaban cómo los actos negativos y las malas acciones pueden opacar la luz interior. Esto le ayudó a comprender por qué le resultaba difícil aceptar a los demás y le enseñó a ver más allá de las apariencias para conectarse con la divinidad que habita en cada persona.