Un pollito amigable se aventuró en el bosque y conoció animales grandes. Se cansó y se durmió en una roca, donde lo despertó la tos de un gigante enfermo. El pollito le ofreció su paraguas para que dejara de tener rabia, lo que hizo reír al gigante y mejorar su humor. Ahora, cuando llueve, el gigante usa un gran paraguas e invita a todos a jugar, aunque siempre gana el pollito.