El documento discute la relación entre ecología y paz desde una perspectiva cristiana. Argumenta que según los Papas Benedicto XVI y Francisco, la protección de la creación es esencial para la paz entre los pueblos. También señala que el libro del Génesis presenta al ser humano como custodio de la naturaleza, lo que implica una responsabilidad compartida por la justicia, la paz y la conservación ambiental. Finalmente, sostiene que la encíclica Laudato Si' de Francisco invita a una "e

1. [Escriba aquí][Escriba aquí] Norbey García Salazar
165842
Seminario:Ecología e filosofía
Profesor: R.D. Andrea Cavallini
ECOLOGÍA Y PAZ CAMINO HACIA LA COMUNIÓN
Decía el papa Benedicto XVI en su mensaje para la jornada mundial de la paz en el año 2010 que
«la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios, y su salvaguardia se ha hecho
hoy esencial para la convivencia pacífica de la humanidad»1 y todo el universo es un lenguaje del
amor de Dios ( No 84), dirá el papa Francisco en Laudato Sí. Además, el Compendio de la Doctrina
Social de la Iglesia haciendo referencia al medio ambiente dice: «tal cuestión debe ser,
principalmente, una vigorosa motivación para promover una auténtica solidaridad de dimensión
mundial»2.
Ya el texto del Génesis 1, 1-30 manifiesta como el pueblo de Israel percibe el mundo como un don
de Dios y como lugar para custodiar, esto implica una relación de reciprocidad responsable entre el
ser humano y la naturaleza. Custodia que abre a la comunión donde la paz, la justicia y la conservación
de la creación son temas conexos.
Justamente pensando en la responsabilidad humana en la creación como tema de reflexión urgente
en la actualidad, François Euvé SJ, en su artículo sobre los principios para una ecología cristiana,
propone que la humanidad, cada vez más, va tomando conciencia de la necesidad de una nueva
relación hombre – mundo. Pensar hoy en el papel que cada uno de nosotros tiene en el cuidado del
medio ambiente es vital para construir un mundo más humano, más capaz de convivir con los otros
y con lo otro, un mundo en comunión. En este sentido dice la encíclica en el numeral 202: «Hace
falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por
todos».
La paz es un regalo que viene del cielo y está acompañada de la reconciliación con Dios, con los
demás y con el mundo. Cuando hablamos de mundo incluimos la tierra y su cuidado, y precisamente
en tiempos de crisis ambiental, el papa Francisco, nos invita a mirar la ecología a la luz del Evangelio
y nos llama a trabajar la espiritualidad que incluya la incluya. La ecología integral se construye a base
de cosas pequeñas, de acciones consientes, de amor recíproco, que connota también actos de
ciudadanos como un sincero amor a la sociedad y un claro compromiso con el bien común.
La encíclica nos pone de frente a una realidad que requiere una propuesta integral y que involucre
a cada hombre en particular y a los gobiernos para que creen políticas con incluyan propuestas para
responder al calentamiento global, el agua potable y para todos, la pobreza generada por la
globalización neoliberal, la exclusión social, el fenómeno migratorio y el individualismo. Dicho de
otra manera, es necesario revisar todos los desequilibrios históricos, la degradación del planeta, el
deterioro del espíritu humano y la convivencia social.
Se trata también de revisar si la antropología ha estado siempre al centro de la reflexión, lo que
parece loable, pero parece que dicha reflexión ha avanzado mucho pero independiente de Dios y de
la tierra, o del otro lado una reflexión sobre Dios, sin criaturas y todas las cosas creadas. Aunque
1 BENEDICTO XVI., Mensaje para la celebración de la XLIII jornada mundial de la paz, 1 de enero
de 2010, Si quieres promover la paz protege la creación, No 1
2 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, Capítulo X, salvaguardar el medio ambiente, No
486.

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también hoy se incurre en extremos, cuando se valora y reflexiona sobre el cuidado del medio
ambiente y no se tiene en cuenta al creador y menos al hombre como su custodio.