El documento describe la economía medieval en Europa después de las invasiones bárbaras. Se estableció el sistema feudal, donde los señores feudales eran dueños de grandes extensiones de tierra y los campesinos eran siervos obligados a trabajar la tierra para ellos. La agricultura era la base de la economía, y las transacciones se realizaban principalmente a través del trueque. Pequeñas ciudades cercanas a los feudos comerciaban entre ellas y los gremios organizaban la producción artesanal.