El documento describe la sociedad y economía de la Edad Media en la Península Ibérica. La propiedad de la tierra estaba en manos de la nobleza y el clero, y la agricultura y la ganadería dominaban la economía. La artesanía se especializó en diferentes productos según la región. El comercio se centraba en el intercambio de productos agrícolas, minerales y manufacturados tanto dentro de la Península como con el resto del Mediterráneo. La sociedad estaba estratificada en estamentos privilegiados