Este documento discute el desafío que enfrenta la educación de transmitir los saberes apropiados en respuesta a las demandas del mundo laboral. Plantea interrogantes sobre qué tipo de conocimiento es relevante y el lugar dado al conocimiento teórico versus práctico. También analiza modelos como la cualificación por competencias en Inglaterra y propone una visión diferenciada del conocimiento que reconozca formas tanto prácticas como teóricas. Concluye cuestionando el enfoque a dar a la formación técnico-profesional.