El documento habla sobre la importancia de la educación de los hijos desde una perspectiva cristiana. Señala que los hijos son un regalo de Dios y que los padres son responsables de instruirlos y prepararlos para la vida. Explica que la educación debe basarse en cuatro pilares: amor, enseñanza, disciplina y ejemplo. Define cada pilar y da consejos sobre cómo aplicarlos, como enseñar valores bíblicos, la obediencia y la importancia de elegir buenas amistades.
El documento resume lo que dice la Biblia sobre los roles de padres, madres e hijos en la familia. Según la Biblia, Dios diseñó la familia como una unidad donde ambos cónyuges se apoyan mutuamente. Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos sobre Dios a través de la guía, el tiempo dedicado y la disciplina con amor. Los hijos deben honrar y obedecer a sus padres. Si las familias siguen el diseño divino, funcionarán de manera armoniosa.
La Biblia enseña que Dios creó la familia y desea que los padres críen a sus hijos para conocerlo y obedecerlo. Los padres tienen la responsabilidad de enseñar las leyes de Dios a sus hijos y de criarlos con disciplina y amonestación del Señor, no provocándolos a ira. La disciplina debe estar diseñada para llevar a los hijos al arrepentimiento y la obediencia, y los padres deben ser un ejemplo de vida agradable a Dios.
El documento presenta los fundamentos bíblicos para la autoridad de los padres. Explica que la autoridad de los padres proviene de Dios y que su propósito es beneficiar a los hijos, enseñándoles y disciplinándolos de acuerdo a los principios divinos. También aclara que la autoridad de los padres no es ilimitada ni para su propio beneficio, sino que debe ejercerse para cumplir la voluntad de Dios respecto a la educación de los hijos.
El documento habla sobre la importancia de criar a los hijos con valores morales basados en la Biblia. Menciona que los padres deben enseñar tanto el "qué hacer" como el "por qué hacerlo" para formar el carácter de los hijos y que comprendan los principios morales. También destaca la necesidad de evitar tanto la permisividad como el autoritarismo excesivo y en su lugar aplicar la disciplina y amonestación con amor. El documento concluye que la Biblia debe ser la principal fuente de valores y enseñanzas morales para
Conferencia sobre criar los hijos y ser padres cristianos.
“Instruye al niño en su camino,
y aún cuando fuere viejo, no se apartará de él”.
- Proverbios 22:6.
Este documento presenta orientaciones para la educación religiosa de niños en edad parvularia. Explica que los niños aprenden a través de la experiencia, especialmente de sus padres, quienes son signos, testigos y anunciadores de Dios para ellos. Describe las características psicorreligiosas de los niños pequeños y cómo descubren las cuatro relaciones humanas fundamentales. Recomienda presentar a Dios como un ser vivo, altísimo y amantísimo para los niños.
El documento describe las responsabilidades y el papel importante del padre como sacerdote de la familia. Debe guiar la formación de los caracteres de sus hijos desde la infancia y considerar cuidadosamente su influencia a través de sus palabras y acciones. Tanto el padre como la madre deben enseñar a sus hijos a ser aseados, útiles y compartir las cargas del hogar.
El documento habla sobre la importancia del amor de los padres hacia los hijos según el ejemplo de Jesús. Jesús reprendió a los discípulos cuando no dejaban que los niños se le acercaran, y enseñó que los niños son importantes para el Reino de Dios. Jesús tomó a los niños en sus brazos y los bendijo, mostrando el tipo de amor y atención que necesitan. El documento insta a los padres a amar a sus hijos como Jesús, a través de la escucha, el contacto físico y
El documento resume lo que dice la Biblia sobre los roles de padres, madres e hijos en la familia. Según la Biblia, Dios diseñó la familia como una unidad donde ambos cónyuges se apoyan mutuamente. Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos sobre Dios a través de la guía, el tiempo dedicado y la disciplina con amor. Los hijos deben honrar y obedecer a sus padres. Si las familias siguen el diseño divino, funcionarán de manera armoniosa.
La Biblia enseña que Dios creó la familia y desea que los padres críen a sus hijos para conocerlo y obedecerlo. Los padres tienen la responsabilidad de enseñar las leyes de Dios a sus hijos y de criarlos con disciplina y amonestación del Señor, no provocándolos a ira. La disciplina debe estar diseñada para llevar a los hijos al arrepentimiento y la obediencia, y los padres deben ser un ejemplo de vida agradable a Dios.
El documento presenta los fundamentos bíblicos para la autoridad de los padres. Explica que la autoridad de los padres proviene de Dios y que su propósito es beneficiar a los hijos, enseñándoles y disciplinándolos de acuerdo a los principios divinos. También aclara que la autoridad de los padres no es ilimitada ni para su propio beneficio, sino que debe ejercerse para cumplir la voluntad de Dios respecto a la educación de los hijos.
El documento habla sobre la importancia de criar a los hijos con valores morales basados en la Biblia. Menciona que los padres deben enseñar tanto el "qué hacer" como el "por qué hacerlo" para formar el carácter de los hijos y que comprendan los principios morales. También destaca la necesidad de evitar tanto la permisividad como el autoritarismo excesivo y en su lugar aplicar la disciplina y amonestación con amor. El documento concluye que la Biblia debe ser la principal fuente de valores y enseñanzas morales para
Conferencia sobre criar los hijos y ser padres cristianos.
“Instruye al niño en su camino,
y aún cuando fuere viejo, no se apartará de él”.
- Proverbios 22:6.
Este documento presenta orientaciones para la educación religiosa de niños en edad parvularia. Explica que los niños aprenden a través de la experiencia, especialmente de sus padres, quienes son signos, testigos y anunciadores de Dios para ellos. Describe las características psicorreligiosas de los niños pequeños y cómo descubren las cuatro relaciones humanas fundamentales. Recomienda presentar a Dios como un ser vivo, altísimo y amantísimo para los niños.
El documento describe las responsabilidades y el papel importante del padre como sacerdote de la familia. Debe guiar la formación de los caracteres de sus hijos desde la infancia y considerar cuidadosamente su influencia a través de sus palabras y acciones. Tanto el padre como la madre deben enseñar a sus hijos a ser aseados, útiles y compartir las cargas del hogar.
El documento habla sobre la importancia del amor de los padres hacia los hijos según el ejemplo de Jesús. Jesús reprendió a los discípulos cuando no dejaban que los niños se le acercaran, y enseñó que los niños son importantes para el Reino de Dios. Jesús tomó a los niños en sus brazos y los bendijo, mostrando el tipo de amor y atención que necesitan. El documento insta a los padres a amar a sus hijos como Jesús, a través de la escucha, el contacto físico y
El documento habla sobre la paternidad y el papel de los padres en la educación espiritual de los hijos. Resalta que Dios creó la paternidad para que los padres lo representen y revelen a los hijos. También enfatiza la importancia de que los padres guíen a los hijos hacia la madurez espiritual a través de la disciplina, la oración y sirviendo de ejemplo con su propia relación con Dios. Finalmente, aborda casos comunes sobre desobediencia de los hijos y cómo los padres pueden enseñarles
Este documento describe la importancia de la familia y los valores cristianos. Argumenta que la familia debe ser un ejemplo de fe, esperanza y caridad para la comunidad, y que los padres deben compartir su fe con sus hijos a través de la oración, lectura bíblica y tiempo devocional. También enfatiza la necesidad de apreciar el tiempo que pasamos con la familia y cuidar nuestro "ministerio familiar".
La paternidad generadora de hijos triunfadores 21.09.2013iacymcallao
Este documento discute los principios para criar hijos triunfadores. Enfatiza la importancia de que los padres tengan autoestima, una buena relación conyugal y apliquen principios bíblicos como la sabiduría, comunicación, obediencia y autoridad en la crianza de los hijos. El objetivo final es cambiar la pasividad por la intencionalidad para generar hijos que tengan éxito en la vida y fe en Jesucristo.
El documento describe varias experiencias relacionadas con el ministerio infantil. En una de ellas, durante un campamento anual, hubo un apagón eléctrico durante el servicio de la última noche. A pesar de las dificultades, los niños oraron y cantaron, lo que los llevó a recibir un refrigerio espiritual. Otra experiencia destaca la importancia de impactar la vida de los niños a través de programas en la iglesia y la comunidad. Finalmente, el documento promueve un congreso internacional sobre el ministerio infantil
El documento ofrece consejos sobre cómo ser buenos padres. Explica que ser padres requiere tiempo, determinación, comprensión y sobre todo amor. Reconoce que los niños necesitan sentirse amados, apoyados y que pueden contar con el amor incondicional de sus padres. También enfatiza la importancia de dedicar tiempo de calidad a los hijos, ya que los recuerdos más significativos de la niñez son aquellos momentos compartidos con los padres.
Este documento presenta el currículum y experiencia de Abel Esquivel, un pastor de niños en California. Esquivel tiene una licenciatura en desarrollo infantil y consejería, así como más de 35 años de experiencia trabajando con niños. Él ha entrenado a líderes infantiles en varios países y ofrece talleres sobre una variedad de temas relacionados con el ministerio y cuidado de niños.
El documento describe tres factores que influyen en el desarrollo de un niño: la herencia, el medio ambiente y los hábitos. También enfatiza la gran responsabilidad de las madres en guiar a sus hijos espiritualmente desde una edad temprana a través del amor, la enseñanza bíblica, y estableciendo un hogar cristiano.
1) La familia es fundamental para la sociedad y fue creada por Dios como un lugar de apoyo y educación.
2) Sin embargo, la familia moderna enfrenta problemas como el estrés, la violencia y la pérdida de su propósito original.
3) La familia debe servir como un refugio contra las tormentas de la vida y un centro de aprendizaje para el crecimiento integral de sus miembros.
Este documento describe el ministerio infantil, argumentando que los niños pueden y deben desarrollar un ministerio. Explica que los niños son sensibles a Dios y capaces de servirle si se les guía adecuadamente, como se muestra en la Biblia. También destaca la importancia de enfocarse en los niños para alcanzarlos con el evangelio y prevenir problemas.
El documento habla sobre las relaciones entre padres e hijos. Explica que los padres deben dar afecto, respeto, madurez, protección, educación cristiana, oportunidades para socializar, comunicación, y ser un buen modelo a seguir para que los hijos se desarrollen como adultos. También dice que los hijos deben reconocer sus propias debilidades como la creencia de saberlo todo, desobediencia, rebeldía, actitud ventajista, falta de amor hacia los padres, mal control de la ira, insultos e incluso ag
Este documento es un relato autobiográfico del autor donde describe su infancia y educación. Nació en 1968 en el Valle del Cauca, Colombia, hijo de padres campesinos que se esforzaron por darle una educación católica. Asistió a colegios religiosos donde recibió formación cristiana. Aunque tuvo dificultades iniciales en la escuela, se esforzó por ser un buen estudiante gracias a la guía de sus padres. Después de graduarse, decidió ingresar a la vida religiosa francis
Este documento discute la violencia juvenil y cómo comienza a menudo en el hogar debido a la falta de seguridad física, emocional, espiritual y sexual. Argumenta que para prevenir la violencia, debemos crear hogares basados en el amor, la compasión y los atributos del Espíritu como la paciencia y la bondad, en lugar de permitir patrones de agresión, control y privilegio. También enfatiza la necesidad de denunciar el abuso en lugar de permanecer en silencio.
Este documento presenta un seminario sobre el rol del hombre como líder espiritual de su hogar. Comienza definiendo el liderazgo como ayudar a otros a alcanzar una visión común para la gloria de Dios. Luego, argumenta que los hogares necesitan hombres que asuman la responsabilidad de liderar espiritualmente a sus familias como servidores de Dios, amando y protegiendo a sus esposas e hijos. Finalmente, destaca que el líder del hogar debe enfocarse en tener un buen carácter que tema a Dios
1. Los padres son los primeros y principales responsables de criar a sus hijos de acuerdo al plan de Dios. Criar hijos es un servicio para Dios y no un deber humano.
2. Los objetivos de la crianza de los hijos incluyen desarrollar una relación personal con Dios, formar el carácter a través de la responsabilidad y la moralidad, y enseñar habilidades sociales como el respeto a las autoridades.
3. Las responsabilidades de los padres son amar incondicionalmente a los hijos, in
El documento habla sobre la preparación espiritual de los niños y el bautismo. Indica que la instrucción religiosa debe comenzar desde la más tierna edad y explica que el bautismo representa nuestro nacimiento en la familia de Dios, la muerte al pecado y renacimiento con Jesús, y la demostración pública de lealtad a Dios. También discute que los niños necesitan preparación para comprender el significado del bautismo y entregar sus vidas a Jesús, pero que se les debe enseñar con paciencia,
Victoria Rivelli de Oddone - De Dios quiere saberinfocatolicos
Este documento presenta una guía para ayudar a los padres a fomentar el desarrollo espiritual en sus hijos pequeños de 3 a 6 años. La autora discute cómo responder a las preguntas de los niños sobre Dios de una manera apropiada para su edad y experiencia. También proporciona ejemplos del Antiguo Testamento para ilustrar cómo Dios se ha revelado gradualmente a lo largo de la historia y cómo los padres pueden transmitir esta comprensión progresiva de Dios a sus hijos. El objetivo es ayudar a
1. El documento discute los propósitos y desafíos del matrimonio y la paternidad desde una perspectiva bíblica, incluyendo perpetuar la especie, mostrar el amor de Dios y entrenar a los hijos.
2. Enfatiza que los hijos pertenecen a Dios y que los padres son administradores responsables de enseñarles a conocer a Dios y prepararlos para la vida.
3. También aborda los cambios físicos y emocionales durante la pubertad y adolescencia, así como los
Este documento habla sobre el seminario de evangelismo infantil. Discuten los fundamentos bíblicos, las formas de conducir a los niños a Jesús, las características espirituales que se desean desarrollar en los niños como la confianza en Dios, la obediencia, la reverencia y el dominio propio. También cubre la importancia de conocer el desarrollo del niño y las características de un maestro de escuela sabática efectivo.
Este documento describe los desafíos que enfrentan los padres en la actualidad para educar a sus hijos debido a cambios culturales. Explica que muchos niños entre 10-12 años ya no aceptan la autoridad de sus padres. También señala que los métodos autoritarios del pasado ya no funcionan, pero que no existe un nuevo enfoque efectivo. Finalmente, propone que la Biblia ofrece una guía segura para que los padres ejerzan su autoridad de manera amable y pastoreen a sus hijos, manteniendo el evangelio como centro
Este documento describe ocho cualidades importantes de un buen padre: gratitud, humildad, dominio propio, cortesía, aceptación, reconocimiento, atención y tiempo. Explica que los padres deben modelar estas cualidades a través de sus acciones y palabras para educar bien a sus hijos. También enfatiza la importancia de pedir perdón si se cometen errores y comprometerse a mejorar la relación con los hijos a través de la oración.
1) El documento habla sobre la importancia de las relaciones entre padres e hijos y los valores fundamentales que deben guiarlas. Enfatiza el respeto, la responsabilidad, el desarrollo de recursos y la cobertura.
2) Recomienda que los padres no exasperen a los hijos y que los hijos obedezcan a sus padres. También habla sobre la disciplina y la crianza de los hijos basada en enseñanzas bíblicas.
3) Resalta la necesidad de inspirar respeto de manera natural entre padres
1. El documento habla sobre la importancia de la relación entre padres e hijos y los valores fundamentales que deben guiarla. Resalta el respeto, la responsabilidad, el desarrollo de recursos habilidosos y la cobertura.
2. Se enfatiza que los padres no deben exasperar a los hijos y que los hijos deben obedecer a los padres. También habla sobre la disciplina y la crianza de los hijos basada en principios bíblicos.
3. Explica cada uno de los cuatro valores fundamentales y cómo aplic
El documento habla sobre la paternidad y el papel de los padres en la educación espiritual de los hijos. Resalta que Dios creó la paternidad para que los padres lo representen y revelen a los hijos. También enfatiza la importancia de que los padres guíen a los hijos hacia la madurez espiritual a través de la disciplina, la oración y sirviendo de ejemplo con su propia relación con Dios. Finalmente, aborda casos comunes sobre desobediencia de los hijos y cómo los padres pueden enseñarles
Este documento describe la importancia de la familia y los valores cristianos. Argumenta que la familia debe ser un ejemplo de fe, esperanza y caridad para la comunidad, y que los padres deben compartir su fe con sus hijos a través de la oración, lectura bíblica y tiempo devocional. También enfatiza la necesidad de apreciar el tiempo que pasamos con la familia y cuidar nuestro "ministerio familiar".
La paternidad generadora de hijos triunfadores 21.09.2013iacymcallao
Este documento discute los principios para criar hijos triunfadores. Enfatiza la importancia de que los padres tengan autoestima, una buena relación conyugal y apliquen principios bíblicos como la sabiduría, comunicación, obediencia y autoridad en la crianza de los hijos. El objetivo final es cambiar la pasividad por la intencionalidad para generar hijos que tengan éxito en la vida y fe en Jesucristo.
El documento describe varias experiencias relacionadas con el ministerio infantil. En una de ellas, durante un campamento anual, hubo un apagón eléctrico durante el servicio de la última noche. A pesar de las dificultades, los niños oraron y cantaron, lo que los llevó a recibir un refrigerio espiritual. Otra experiencia destaca la importancia de impactar la vida de los niños a través de programas en la iglesia y la comunidad. Finalmente, el documento promueve un congreso internacional sobre el ministerio infantil
El documento ofrece consejos sobre cómo ser buenos padres. Explica que ser padres requiere tiempo, determinación, comprensión y sobre todo amor. Reconoce que los niños necesitan sentirse amados, apoyados y que pueden contar con el amor incondicional de sus padres. También enfatiza la importancia de dedicar tiempo de calidad a los hijos, ya que los recuerdos más significativos de la niñez son aquellos momentos compartidos con los padres.
Este documento presenta el currículum y experiencia de Abel Esquivel, un pastor de niños en California. Esquivel tiene una licenciatura en desarrollo infantil y consejería, así como más de 35 años de experiencia trabajando con niños. Él ha entrenado a líderes infantiles en varios países y ofrece talleres sobre una variedad de temas relacionados con el ministerio y cuidado de niños.
El documento describe tres factores que influyen en el desarrollo de un niño: la herencia, el medio ambiente y los hábitos. También enfatiza la gran responsabilidad de las madres en guiar a sus hijos espiritualmente desde una edad temprana a través del amor, la enseñanza bíblica, y estableciendo un hogar cristiano.
1) La familia es fundamental para la sociedad y fue creada por Dios como un lugar de apoyo y educación.
2) Sin embargo, la familia moderna enfrenta problemas como el estrés, la violencia y la pérdida de su propósito original.
3) La familia debe servir como un refugio contra las tormentas de la vida y un centro de aprendizaje para el crecimiento integral de sus miembros.
Este documento describe el ministerio infantil, argumentando que los niños pueden y deben desarrollar un ministerio. Explica que los niños son sensibles a Dios y capaces de servirle si se les guía adecuadamente, como se muestra en la Biblia. También destaca la importancia de enfocarse en los niños para alcanzarlos con el evangelio y prevenir problemas.
El documento habla sobre las relaciones entre padres e hijos. Explica que los padres deben dar afecto, respeto, madurez, protección, educación cristiana, oportunidades para socializar, comunicación, y ser un buen modelo a seguir para que los hijos se desarrollen como adultos. También dice que los hijos deben reconocer sus propias debilidades como la creencia de saberlo todo, desobediencia, rebeldía, actitud ventajista, falta de amor hacia los padres, mal control de la ira, insultos e incluso ag
Este documento es un relato autobiográfico del autor donde describe su infancia y educación. Nació en 1968 en el Valle del Cauca, Colombia, hijo de padres campesinos que se esforzaron por darle una educación católica. Asistió a colegios religiosos donde recibió formación cristiana. Aunque tuvo dificultades iniciales en la escuela, se esforzó por ser un buen estudiante gracias a la guía de sus padres. Después de graduarse, decidió ingresar a la vida religiosa francis
Este documento discute la violencia juvenil y cómo comienza a menudo en el hogar debido a la falta de seguridad física, emocional, espiritual y sexual. Argumenta que para prevenir la violencia, debemos crear hogares basados en el amor, la compasión y los atributos del Espíritu como la paciencia y la bondad, en lugar de permitir patrones de agresión, control y privilegio. También enfatiza la necesidad de denunciar el abuso en lugar de permanecer en silencio.
Este documento presenta un seminario sobre el rol del hombre como líder espiritual de su hogar. Comienza definiendo el liderazgo como ayudar a otros a alcanzar una visión común para la gloria de Dios. Luego, argumenta que los hogares necesitan hombres que asuman la responsabilidad de liderar espiritualmente a sus familias como servidores de Dios, amando y protegiendo a sus esposas e hijos. Finalmente, destaca que el líder del hogar debe enfocarse en tener un buen carácter que tema a Dios
1. Los padres son los primeros y principales responsables de criar a sus hijos de acuerdo al plan de Dios. Criar hijos es un servicio para Dios y no un deber humano.
2. Los objetivos de la crianza de los hijos incluyen desarrollar una relación personal con Dios, formar el carácter a través de la responsabilidad y la moralidad, y enseñar habilidades sociales como el respeto a las autoridades.
3. Las responsabilidades de los padres son amar incondicionalmente a los hijos, in
El documento habla sobre la preparación espiritual de los niños y el bautismo. Indica que la instrucción religiosa debe comenzar desde la más tierna edad y explica que el bautismo representa nuestro nacimiento en la familia de Dios, la muerte al pecado y renacimiento con Jesús, y la demostración pública de lealtad a Dios. También discute que los niños necesitan preparación para comprender el significado del bautismo y entregar sus vidas a Jesús, pero que se les debe enseñar con paciencia,
Victoria Rivelli de Oddone - De Dios quiere saberinfocatolicos
Este documento presenta una guía para ayudar a los padres a fomentar el desarrollo espiritual en sus hijos pequeños de 3 a 6 años. La autora discute cómo responder a las preguntas de los niños sobre Dios de una manera apropiada para su edad y experiencia. También proporciona ejemplos del Antiguo Testamento para ilustrar cómo Dios se ha revelado gradualmente a lo largo de la historia y cómo los padres pueden transmitir esta comprensión progresiva de Dios a sus hijos. El objetivo es ayudar a
1. El documento discute los propósitos y desafíos del matrimonio y la paternidad desde una perspectiva bíblica, incluyendo perpetuar la especie, mostrar el amor de Dios y entrenar a los hijos.
2. Enfatiza que los hijos pertenecen a Dios y que los padres son administradores responsables de enseñarles a conocer a Dios y prepararlos para la vida.
3. También aborda los cambios físicos y emocionales durante la pubertad y adolescencia, así como los
Este documento habla sobre el seminario de evangelismo infantil. Discuten los fundamentos bíblicos, las formas de conducir a los niños a Jesús, las características espirituales que se desean desarrollar en los niños como la confianza en Dios, la obediencia, la reverencia y el dominio propio. También cubre la importancia de conocer el desarrollo del niño y las características de un maestro de escuela sabática efectivo.
Este documento describe los desafíos que enfrentan los padres en la actualidad para educar a sus hijos debido a cambios culturales. Explica que muchos niños entre 10-12 años ya no aceptan la autoridad de sus padres. También señala que los métodos autoritarios del pasado ya no funcionan, pero que no existe un nuevo enfoque efectivo. Finalmente, propone que la Biblia ofrece una guía segura para que los padres ejerzan su autoridad de manera amable y pastoreen a sus hijos, manteniendo el evangelio como centro
Este documento describe ocho cualidades importantes de un buen padre: gratitud, humildad, dominio propio, cortesía, aceptación, reconocimiento, atención y tiempo. Explica que los padres deben modelar estas cualidades a través de sus acciones y palabras para educar bien a sus hijos. También enfatiza la importancia de pedir perdón si se cometen errores y comprometerse a mejorar la relación con los hijos a través de la oración.
1) El documento habla sobre la importancia de las relaciones entre padres e hijos y los valores fundamentales que deben guiarlas. Enfatiza el respeto, la responsabilidad, el desarrollo de recursos y la cobertura.
2) Recomienda que los padres no exasperen a los hijos y que los hijos obedezcan a sus padres. También habla sobre la disciplina y la crianza de los hijos basada en enseñanzas bíblicas.
3) Resalta la necesidad de inspirar respeto de manera natural entre padres
1. El documento habla sobre la importancia de la relación entre padres e hijos y los valores fundamentales que deben guiarla. Resalta el respeto, la responsabilidad, el desarrollo de recursos habilidosos y la cobertura.
2. Se enfatiza que los padres no deben exasperar a los hijos y que los hijos deben obedecer a los padres. También habla sobre la disciplina y la crianza de los hijos basada en principios bíblicos.
3. Explica cada uno de los cuatro valores fundamentales y cómo aplic
El documento habla sobre la importancia de educar a los hijos en el camino de Dios según las instrucciones bíblicas. Resalta tres aspectos fundamentales: 1) amar a los hijos, 2) instruirlos en los principios de Dios, y 3) disciplinarlos con amor cuando sea necesario. Citas bíblicas como Proverbios 22:6 enfatizan la responsabilidad de los padres de guiar a sus hijos y asegurarse de que sigan el camino correcto toda su vida.
El documento proporciona orientación sobre la educación de los hijos. Señala que la educación debe basarse en cuatro pilares: amor, enseñanza, disciplina y ejemplo. El hogar es la primera escuela y los padres deben dar el ejemplo a través de sus propias acciones. La educación de los hijos comienza con la educación de los padres, por lo que estos deben permitir que Dios los eduque a ellos también.
La familia, la escuela y la sociedad son las principales fuentes para transmitir valores a los hijos. La familia es la fuente primaria y debe enseñar valores como el amor, la seguridad y la comprensión. En la escuela se aprenden valores como la puntualidad y el respeto hacia los profesores. La sociedad también influye en la transmisión de valores a través del ambiente. Los padres deben pasar tiempo de calidad con sus hijos, respetarlos y escucharlos para comunicar valores como la honestidad y la solidaridad.
La Biblia enseña que los hijos son una bendición y herencia de Dios que los padres deben ayudar a formar en su identidad cristiana. Los padres tienen la responsabilidad de instruir a los hijos desde pequeños para que conozcan, amen y sirvan a Jesucristo, y mantengan este camino incluso de adultos. La crianza requiere enseñar con el ejemplo a través de la palabra y las acciones.
Este documento ofrece consejos para padres cristianos que desean criar a sus hijos para el Señor. Proporciona cinco herramientas principales para la crianza de los hijos: amar, corregir, enseñar, inspirar y ser ejemplo. También discute etapas de crecimiento, la importancia de enseñar principios bíblicos, y el equilibrio necesario entre disciplina y amonestación. El objetivo final es criar hijos que amen a Dios y quieran obedecerle.
2 apoyamos las buenas costumbres de nuestros hijos copiaMerida Santos
Es un desafió en la actualidad definir las buenas costumbres en nuestros hijos, el único que nos puede orientar a través del tiempo es Dios ya que su palabra es inmutable y prevalece hoy y siempre. le invito a que descubra el modelo de familia que Dios tiene en su mente.
La Biblia establece que los padres son responsables de instruir a sus hijos en los caminos del Señor. Deben amar a Dios sobre todas las cosas y enseñar los mandamientos de las Escrituras a sus hijos diariamente. Los padres deben criar a sus hijos con disciplina y amonestación del Señor, educándolos pero sin provocarlos a ira. La Palabra de Dios debe ser la guía para la crianza de los hijos a fin de que aprendan a obedecer, amar a Dios y servirle.
Este documento enfatiza la importancia de los padres como los primeros educadores de fe para sus hijos. Explica que los padres transmiten valores a través de sus acciones cotidianas más que en abstracto. Sugiera que los padres cultiven su propia fe y proporcionen un ambiente positivo y de apoyo para que sus hijos puedan desarrollar una relación con Dios y aprender a distinguir el bien del mal.
El documento ofrece consejos para los padres sobre cómo criar a sus hijos cristianamente. Sugiere que los padres deben ser ejemplos piadosos y fieles para que su hogar refleje esos valores. También enfatiza la importancia de que los padres guíen a sus hijos en temas como el noviazgo, el sexo y el matrimonio de acuerdo a las enseñanzas bíblicas. El objetivo final debe ser llevar a los hijos al cielo a través de una crianza cristiana que los convierta en serv
Este documento ofrece consejos para padres sobre cómo establecer la autoestima y obediencia en los hijos. Sugiere que los padres demuestren amor y respeto incondicional, ayuden a los hijos a descubrir sus fortalezas y deseen mejorar, y enseñen a través del ejemplo de obedecer instrucciones en la vida diaria. También recomienda que los padres examinen opciones educativas considerando la ubicación, costo y personal, y apoyen a los hijos comunicándose con la escuela y descubriendo j
El documento presenta la misión, visión y plan de trabajo del Ministerio Infantil "Adoradores" de la Casa del Banquete. Su objetivo es enseñar la Palabra de Dios a los niños para que transformen sus vidas y extiendan el Reino de Dios, brindando herramientas a los padres y desarrollando a los niños de manera integral a través de clases, talleres y actividades. El ministerio está organizado en salones por edades y cuenta con diferentes áreas para lograr sus fines de manera efectiva.
El documento describe el significado de la palabra "Padre" en el Nuevo Testamento. Se refiere a Dios como nutridor, protector y sustentador de aquellos que han nacido de nuevo por su fe en Cristo. También describe las funciones de un padre espiritual como proveer protección, compartir una visión, servir de ejemplo, corregir y empoderar a sus hijos espirituales. Finalmente, discute diferentes tipos de padres y la importancia de ser un padre nutridor.
La crianza de los hijos según la Biblia se resume en tres puntos:
1) Los hijos son una herencia de alta estima que Dios confía a los padres.
2) El deber de los padres hacia los hijos es ayudarlos a formar su identidad cristiana e instruirlos en la niñez para tener una vida recta hasta la vejez.
3) La responsabilidad de los padres incluye que sus hijos conozcan, amen y sirvan a Jesucristo.
Este documento discute la importancia de la disciplina en la crianza de los niños. Explica que los padres deben establecer reglas y límites para guiar el comportamiento de los niños. También describe diferentes estilos de disciplina entre los padres y ofrece pautas para el uso adecuado de la disciplina y la corrección. El objetivo principal de la disciplina, según el documento, es ayudar a los niños a desarrollar buen carácter para que puedan tener éxito en la vida.
El documento habla sobre la importancia de evitar crisis en las familias a través de una buena crianza de los hijos que desarrolle su respeto propio. Señala que aunque los tiempos han cambiado, las relaciones humanas no, y que los padres deben esforzarse por comunicarse bien con sus hijos, establecer una disciplina efectiva y ayudarlos a formar un buen carácter para que sean ciudadanos responsables.
Entrenar a los niños significa cuidar de sus almas eternas y enseñarles a amar a Dios. Los padres deben asegurarse de que sus hijos conozcan la Biblia, desarrollen el hábito de la oración, amen la iglesia y la cena del Señor, y sepan que su destino eterno es lo más importante.
Basada en el libro Los diez mandamientos de los padres, en esta presentación, se describen los mandamientos 7 y 8: "Animarás a tus hijos" y "Proveerás estabilidad y seguridad para tus hijos"
Este documento ofrece consejos para ser un padre exitoso, incluyendo amar y demostrar afecto a la esposa, ser un hombre de integridad, pasar tiempo de calidad con los hijos, afirmar el valor de los hijos a través de elogios, comunicarse como familia, ser humilde, disciplinar para formar el carácter y no para herir, no sobreproteger a los hijos y expresar afecto diariamente.
El milenio es un periodo de la profecía bíblica que siempre atrae la atención. Este periodo profético es mencionado solamente en un capítulo de la Santa Biblia: Apocalipsis 20 donde se menciona seis veces. Pero además de esta estadística, la importancia de este periodo es enorme, pues pone fin al plan de la salvación y a la vindicación de la justicia de Dios frente al universo no caído. Muchos nos hicimos la pregunta sobre si es necesario el milenio si todo parece haber sido resuelto con la Segunda Venida de Jesús. Otros pueden preguntarse por qué hay que esperar un milenio para terminar este asunto.
Lo que sí es seguro, es que el milenio cierra un periodo que hasta ahora sobrepasa los seis mil años, un periodo singular, donde el pecado apareció y se extendió en el universo angélico, contaminando luego un planeta, el nuestro. Este periodo singular jamás se volverá a repetir, por lo que intuyo que el cierre del mismo requiere no solamente del tiempo necesario, sino de la participación de las inteligencias celestiales que deben haber visto con inusitado asombro lo que hasta ahora ha ocurrido, así como de una metodología que incluye a Dios, al universo no caído (ángeles y otros seres creados), los santos, los ángeles caídos y los impíos; esto es, de todo el universo. Me gustaría mencionar algo. Our World in Data publicó hace poco una estimación (los criterios pueden ser discutidos como cualquier estimación) de la cantidad de personas que han existido y existen en esta tierra: la cifra es 117.000 millones, o sea entre 14 y 15 veces la población actual. Suponga que, siendo generoso, un 10% se salven (creo que serán bastante menos) habría que revisar el juicio de 105.300 millones de personas. Si el juicio en los cielos dura 1.000 años, habría que revisar unos 290.000 casos por día… sin contar a los ángeles malos, una tarea extenuante aun para un batallón de jueces. Ya no parece tan largo el periodo… ¿verdad?
Vamos a intentar cubrir este tema dando respuesta a muchas de las preguntas que nos suscita, pero sin perder de vista lo más importante, el Nombre de Dios finalmente será vindicado a los ojos de todo el universo.
1. Ministerio de Matrimonios & Familia Iglesia Cristiana La Serena
LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS I ABRIL 2013
“He aquí herencia del Señor son los hijos,
Cosa de estima el fruto del vientre”. Salmo 127:3
¿Qué significan los hijos para usted? Contesten y comenten
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Lo primero que tenemos que entender con absoluta claridad es que los hijos, no son nuestros, son de
Dios; y El nos lo da para que nos encarguemos de su instrucción y desarrollo, y que a la vez disfrutemos
de esos procesos con ellos. Debemos entender que Dios nos pedirá cuentas por el resultado de
nuestros hijos.
Tenemos que entender que el éxito o fracaso en la vida de nuestros hijos, va a depender en un alto
grado de cómo nosotros los preparemos.
Para que la educación de los niños tenga un buen equilibrio, es importante tener en cuenta las
siguientes cuatro columnas:
1. AMOR
2. ENSEÑANZA
3. DISCIPLINA
4. EJEMPLO
A continuación estaremos desglosando cada una de las cuatro bases para tener un equilibrio en la
educación de nuestros hijos.
1. AMOR No hay duda que todos los padres están de acuerdo en que hay que amar a los
hijos. Sin embargo, este concepto es bastante mal entendido por la mayoría. El amor no es, o no
debe ser, un puro sentimiento emocional. Implica entrega, responsabilidades y compromisos que
van mucho más allá de las expresiones sentimentales que se asocian a la palabra “amor”.
Miremos el amor que la Biblia nos insta a tener por nuestros hijos y reconozcamos las diversas
dimensiones que tiene y que es útil considerar:
a. Sabiduría: Amar a un niño requiere saber con claridad qué es lo que es bueno para él y qué no
lo es. Hay ocasiones en que el amor significará no darle a un hijo lo que quiere. Con mucha
frecuencia los padres dan a sus hijos cualquier cosa que les piden para enmascarar sentimientos
de culpa por la falta de afecto y de tiempo compartido con ellos.
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Otra muestra de sabiduría en el amor es evitar las comparaciones con sus hermanos u otras
personas. Estas comparaciones están basadas en la apariencia física, la capacidad intelectual, la
habilidad para ciertas actividades, el género y otras. Esto puede crear enormes complejos o
deficiencias en el carácter y la personalidad de los hijos.
b. Tiempo: este es uno de los regalos que menos damos a nuestros hijos. Siempre queremos
cubrir esta falencia con el argumento de que les proveemos ropa, casa, comida, educación y todo
lo que necesita. O que tenemos que trabajar para proveerles todas aquellas cosas. O que estamos
muy ocupados en las cosas del Señor y “el Señor está primero”. Lo que estamos diciendo con esto
es que ellos no son tan importantes para nosotros. Además estamos sembrando soledad para
nuestra vejez: cuando seamos ancianos, nuestros hijos estarán demasiado ocupados para
visitarnos o invitarnos a sus hogares.
Para poder conocer a nuestros hijos debemos invertir tiempo con ellos y estar atentos a sus
acciones y reacciones. Debemos escucharlos con atención y discernir sus pensamientos para
orientarlos debidamente en función de su futuro bienestar.
c. Respeto: el niño es una persona desde que es concebido. No es una especie de animalito que
adquiere importancia o respeto cuando ya está mayor. Siempre es una persona, un individuo
singular y como tal merece la consideración que damos a cualquier ser humano. Hay varias
maneras de faltar el respeto a un niño; no prestarle atención cuando nos habla o nos pide algo,
usar palabras descorteses o duras, tales como, “tonto”, “idiota”, “flojo”, “malo”; castigarlo con
violencia e ira, con groserías o burlas en presencia de otras personas; demandar de el trabajos
excesivos o responsabilidades que van más allá de su capacidad física o emocional.
d. Afecto: los hijos necesitan grandes cantidades de contactos y afecto físico. El abrazo, besos y
el contacto visual son de gran ayuda para darle seguridad y plenitud emocional. Las palabras de
afirmación, de felicitación, de estímulo cuando hace algo bien y de ánimo cuando se equivoca o
fracasa, son maneras muy concretas de fortalecerlo en amor.
Por tanto, amar a nuestros hijos significa interesarse por sus necesidades, conocer sus fortalezas y
sus debilidades, conocer sus gustos y sus deseos. De esta forma podremos guiarlos y apoyarlos
para balancear sus actitudes.
En virtud de lo anterior, lo más importante es crecer en el amor. Las heridas producidas por la
falta de afecto nos vuelven personas inseguras, indecisas y defensivas. Esto nos hace vivir en una
tensión constante, perturba la percepción y nos impide distinguir las situaciones como realmente
son y a amar a los demás con libertad. El Señor nos ama como somos; en Jeremías 31:3 nos dice:
“Yo te he amado con amor eterno; por eso te sigo tratando con bondad”. El nos ama sin reclamos
y espera de nosotros fidelidad y obediencia por amor, no por miedo.
Bíblicamente el padre como cabeza y sacerdote del hogar debe bendecir a sus hijos diariamente
usando como base la bendición sacerdotal de Números 6:22-26 que dice “Dios te bendiga y te
guarde, Dios haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia, Dios alce sobre ti su
rostro y ponga en ti paz”.
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Los hijos que son bendecidos por su padre diariamente crecen más seguros y sanos y llegan a ser
una gran bendición para la familia.
El verdadero amor por el futuro de nuestros hijos debe ser la motivación más fuerte para
disciplinarlos. Queremos que sean hombres y mujeres de bien, que vivan felices y con la menor
cantidad de problemas posible.
La Palabra manda a los hijos a que obedezcan a los padres y que los honren, en Efesios 6: 1, 2
dice: “Hijos obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu
madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien y seas de larga vida
sobre la tierra”.
Nuestros hijos deben aprender estos principios desde muy pequeños. Una verdadera muestra de
amor, es enseñarles esos principios que les traerá bendición a sus vidas.
Ellos deben aprender a respetar a su padre y a su madre por igual. Por eso los padres nunca deben
irrespetarse delante de los hijos, porque eso será lo que aprenderán y se les estará privando de la
oportunidad que les vaya bien en la vida.
2. ENSEÑANZA Significa; instruir, amaestrar con reglas y preceptos.
Dt. 11:18-20 dice: “Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y
las atareis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las enseñareis
a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino,
cuando te acuestes y cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus
puertas”.
Nuestros hijos aprenden en la escuela ciencias, matemáticas, lenguaje, pero no les enseñan a vivir
sobre la base de principios espirituales y morales. Esa es misión de los padres.
La enseñanza de principios de vida basados en valores espirituales, les darán a los hijos la
estabilidad emocional necesaria para enfrentar el mundo con sabiduría y paz. Salmos 32:8,9.
El Señor nos manda a que ENSEÑEMOS a nuestros hijos y nos hace una poderosa promesa:
“Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él” Prov. 22:6.
Educar hijos es una tarea constante. Hemos visto que este es el factor más abandonado por los
progenitores; es como si los padres desearan que este trabajo sea hecho por otros (escuela,
televisión, nanas).
La enseñanza marca el camino, la dirección hacia la cual debe orientarse la formación de los hijos.
Esta es una de las más importantes responsabilidades familiares, aunque desgraciadamente la más
descuidada.
Cómo y qué enseñar a nuestros hijos
Los primeros años de vida son determinantes para la educación de los niños; entonces hay que
empezar temprano. Muchos intentan cuando ya es demasiado tarde, cuando el niño ha crecido y su
mal comportamiento exige disciplina severa. Entrenar significa trabajar con el niño antes de que surja
la crisis, enseñando al niño desde pequeño a que obedezca en el momento y sin cuestionar. El niño
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debe ser enseñado a regular su propio comportamiento desde su corazón en conformidad con la ética
bíblica. Primero debe aprender cómo actuar correctamente, aunque no lo entienda. Después debe
aprender cómo pensar correctamente, con el fin de que al crecer sepa cómo autoregularse. La
sabiduría de Dios dice “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Prov. 23:7). Hay que
enfocar los esfuerzos en trabajar en el corazón. El comportamiento revela lo que hay en el corazón.
Entonces durante este periodo se les debe enseñar la verdad cristiana cuidadosa y regularmente desde
su más tierna infancia. Aquí algunos principios esenciales que se les debe transmitir:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón” (Marcos 12:30) Nuestros hijos deben ver
que el Señor Jesucristo tiene el primer lugar en nosotros. Nos deben ver orando
frecuentemente con confianza y agradecimiento a Dios. ¿Les estamos enseñando este
principio a nuestros hijos?
Amarás a tu prójimo como a ti mismo ” (Marcos 12:31) Mediante nuestro ejemplo,
nuestros hijos deben aprender a amar y respetar a los demás. ¿Aprenden nuestros
hijos por nuestro ejemplo a amar a los demás, a no ser egoístas y a no criticar a otros?
¿Les estamos modelando a compartir los bienes con otras familias necesitadas?
“Teme a Dios y guarda sus mandamientos” Eclesiastés 12:13 ¿Aprenden nuestros
niños a inclinarse con respeto ante el Dios del universo? ¿A obedecernos como la
Palabra lo ordena para más tarde obedecer mejor a Dios? ¿A apartarse de la mentira?
INSTRUIR EN LA OBEDIENCIA
La Biblia es clara acerca de que los hijos deben obedecer a los padres. El 5to mandamiento dice que
los hijos deben honrar a sus padres. Al menos 12 versículos solo en el libro de Proverbios mandan a los
hijos que obedezcan a sus padres. (Efesios 6:1-13). Por qué deben obedecer los hijos? Debido a que
carecen de madurez en 4 áreas principales de la vida que son esenciales para la independencia. Estas
se nos delinean en Lucas 2:52. Allí se nos dice que Jesús creció de niño en las 4 áreas: “Jesús crecía en
sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”. A pesar de que El era perfecto y sin
pecado, nuestro Señor creció en los ámbitos mental, físico, social y espiritual.
Madurez Mental: Los niños carecen de sabiduría . Carecen de discreción, instrucción y conocimiento.
Cuando un bebé nace en el mundo, su cerebro carece casi totalmente de información. Todo aquello
que debe conocer le debe ser enseñado. No sabe lo que es bueno y lo que es malo; no conoce los
alimentos adecuados, no sabe lo que no debe introducir en su boca, etc. Todas estas cosas y muchas
otras le tienen que ser enseñadas.
Madurez Física: Los niños nacen débiles e incapaces de mantenerse a sí mismos. Es un largo proceso
mientras consiguen fuerza y coordinación. Al principio necesitan que los alimenten, les cambien ropa y
les provoquen los eructos. No pueden defenderse ni valerse por sí mismos. Es responsabilidad de los
padres protegerlos.
Madurez Social: Lo más peculiar que observamos en un niño cuando llega al mundo es que está
totalmente centrado en sí mismo. Quiere lo que quiere de inmediato y cree que todo lo que está a su
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alcance le pertenece. Es difícil enseñar a un niño a compartir, a que decir en los momentos
apropiados, y a ser humilde. Ninguna d estas cosas viene por naturaleza a ningún niño.
Madurez Espiritual: Un niño no crece de por sí para amar a Dios. La Biblia sugiere que incluso los niños
pequeños tienen un cierto conocimiento innato de Dios (Ro. 1:19), pero sin una apropiada instrucción,
se desviarán. Su propia depravación los apartará. Es responsabilidad de los padres conducirlos en la
dirección correcta (Prov. 22:6).
La obediencia por parte del niño es el instrumento que lo lleva a la madurez en todas las maneras
apropiadas.
ESCOGER COMPAÑEROS
Puede que no haya ningún principio más vital y sin embargo, más descuidado que este: Enseña a tus
hijos a escoger sabiamente a sus compañeros. Salomón escribió: “El que anda con sabios, sabio será;
más el que se junta con necios será quebrantado” Prov. 13:20
En esta cuestión los padres han de ser militantes. Si no ayudas a tus hijos a escoger y no les ayudas a
aprender a seleccionar por sí mismos las compañías adecuadas, será inevitable que las malas
compañías los seleccionen a ellos. La responsabilidad de enseñar a los hijos cómo escoger con
sabiduría a sus amigos es por ello un elemento fundamental del éxito en la crianza bíblica.
Pablo escribió “No erréis, las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Co. 15:33).
Las normas morales personales de tus hijos, el lenguaje que empleen y las actividades a que se
dediquen, probablemente no se elevarán por encima del denominador común mínimo de sus
compañeros. En raras ocasiones tiene un niño la capacidad de elevarse por encima del grupo dentro
del que se desarrolla. Y las malas influencias entre sus amigos constituyen un peligro mortífero. “Un
poco de levadura leuda toda la masa” (1ª Co. 5:6). Es un hecho de la naturaleza humana que los
jóvenes son más propensos a seguir un mal ejemplo que a dar un buen ejemplo, especialmente si ello
significa enfrentarse a sus iguales.
VALOR DEL TRABAJO
Otro aspecto que los hijos deben aprender, desde niños, es ciertas actividades que marquen un
reconocimiento del valor del trabajo. Muchos padres descuidan este importante aspecto formativo
que desarrolla el carácter, la responsabilidad y el aprecio del costo del dinero y de las cosas.
Los niños deben ser entrenados, tan pronto como sean capaces de hacerlo, a vestirse, peinarse,
abrochar sus zapatos, hacer sus camas, ordenar su ropa, depositar la ropa sucia en un lugar definido,
mantener limpia y ordenada su pieza o su espacio dentro de una pieza compartida.
Asimismo, deben ser enseñados a colaborar diariamente en tareas rutinarias de la casa como sacar la
basura, lavar la loza, limpiar y ordena el patio y el jardín, dar de comer a sus mascotas si las tienen. Los
fines de semana pueden ayudar a preparar y servir la comida o lavar el auto.
SERVICIO MUTUO
Servirnos unos a otros por amor (Gálatas 5:13): Que distinto podría ser el clima de un hogar si los
integrantes aprendieran a servirse mutuamente. Esta instrucción puede comenzar desde muy
pequeños. En los tiempos actuales se ha perdido esta noción de servicio mutuo, en las familias se vive
de una manera muy individualista, sin reconocer el bien común, ni tomar en cuenta de qué manera lo
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que hago o dejo de hacer afecta a la familia. Muchas veces los hijos esperan que los padres les sirvan
pero no están dispuestos a retribuirles; cuando a los hijos se les pide que hagan algo para la familia lo
toman como que están haciendo un favor, no lo ven como un trato recíproco por amor.
Los niños y adolescentes tienen suficiente energía para realizar algunas tareas diarias, junto a las tareas
escolares o el juego. Esta es una formación que dejará huellas muy distintas a las de la televisión,
celular, playstation o computador.
Algunos padres han hecho muy mal en acostumbrar a sus hijos a ser atendidos en todo por sus madres,
las nanas o asesoras. Este servicio es razonable cuando el niño está enfermo o convaleciente; pero si
es por evitarse la tarea formativa, es altamente nocivo, porque lo induce a creer que siempre debe ser
servido y con mayor dificultad para los hombres, quienes llegan a asociar estas tareas hogareñas solo
con las mujeres.
Los padres y las madres han desistido de enseñar cosas prácticas a sus hijos porque enseñárselas exige
de ellos mismos el tiempo, la disciplina y la persistencia hasta que el hábito es adquirido. Es más fácil y
rápido que la nana o la madre hagan las cosas, que estar varios días mostrando cómo se hacen y
supervisando el aprendizaje hasta que el niño lo haga correctamente. Lo que no se tiene en cuenta en
esta ironía: por evitarse unas horas de trabajo, tendrán que hacer siempre esas cosas que no quisieron
enseñar a sus hijos.
3. DISCIPLINA
DISCIPLINA: EJERCER GOBIERNO SOBRE LA VOLUNTAD DE LOS HIJOS
PROPOSITO: FORMAR SU CARACTER
Efesios 6:4 nos manda a ejercer disciplina. Ejercerla es una muestra de amor, en consecuencia, el
padre que no disciplina a sus hijos, no está demostrando amor por ellos. Hebreos 12:7,8 nos enseña
que debemos soportar la disciplina y usarla con nuestros hijos. Proverbios 22:15.
Muchos padres creen que disciplinar a sus hijos es solamente hablarles y explicarles las cosas, pero la
verdad es que eso no es suficiente. Prov. 23:13,14 “No rehúses corregir al muchacho, porque si lo
castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara y librarás su alma del infierno”.
La parte del cuerpo establecida para castigar al hijo es en sus nalgas, ya que está diseñada para
causarle un dolor soportable y no causarle heridas físicas ni emocionales. No se recomienda pegar a
los hijos después de los 12 años. Tampoco se debe hacer con violencia.
Algunos padres dicen: El es muy pequeño, voy a esperar hasta que sea más grandecito, y entonces,
comprenderá más y podré hacerle entrar en razón, pero en Proverbios 19:18 dice que hay que
reprender mientras haya esperanza.
También algunos padres dicen si lo castigo será más rebelde, en cuanto a eso la Palabra de Dios dice
en Proverbios 29:17 que la reprensión nos dará descanso.
Hay padres que dicen: No quiero que mi hijo se inhiba en nada, quiero que crezca libremente, quiero
darle todos los gustos mientras sean pequeños. Pero la Palabra nos dice que no consintamos a
nuestros hijos; Proverbios 29:15.
7. Ministerio de Matrimonios & Familia Iglesia Cristiana La Serena
Muchos padres no quieren castigar con vara a sus hijos porque creen que les va a producir mucho
dolor, pero no se dan cuenta que el dolor que produce la varita en el cuerpo es momentáneo y será lo
que evitará el enorme dolor que les producirá, el carácter egoísta que tendrá cuando sea grande.
Proverbios 20:30.
El niño al que no se le disciplina a temprana edad a someter su voluntad a los padres, necesitará sufrir
“DISCIPLINA” más tarde en la vida. En su gracia, Dios disciplinará a esa persona, pero después de
tantos años de dejarse llevar por su propia voluntad y sus caprichos, habrá mucho más dolor y
sufrimiento. “Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud” Lamentaciones 3:27.
NIVELES DE DISCIPLINA Tanto en el antiguo como en nuevo Testamento, la palabra disciplina
apoya esta definición incluyendo tres niveles.
NIVEL 1: INSTRUCCIÓN La disciplina comienza cuando instruimos, enseñamos y les comunicamos
claramente los valores a nuestros hijos.
NIVEL 2: ENTRENAMIENTO
Entrenamiento significa guiar, preparar y dirigir el crecimiento del niño. Esto incluye ayudar al niño a
formar hábitos y desarrollar eficacia al ser instruido.
NIVEL 3: CORRECCION
Corrección significa alterar o adaptar el comportamiento del niño tomando la medida necesaria para
que él siga las instrucciones que se le han dado. Un niño necesita corrección cuando aún después de
saber la instrucción dada por usted, no la sigue. Es de suma importancia tomar acción en este nivel, ya
que de lo contrario, el sentido de seguridad y de dominio propio de su hijo se verá afectado. El ser
firme y directo es muy importante en este nivel.
ORIENTACIONES PRÁCTICAS PARA LA DISCIPLINA
a. Establecer claramente las pautas. El niño debe conocer previamente las normas que sus padres
han acordado y las sanciones si las rompe. Es extremadamente injusto castigar a un niño por algo
acerca de lo cual no ha recibido enseñanza y orientación previa.
b. Determinar las conductas que serán sancionadas sin apelación alguna. Entre ellas se pueden
considerar las siguientes: faltar el respeto a los padres en cualquier manera indebida, insultar o
golpear a sus hermanos, inmoralidad sexual, robo, mentira recurrente, rebeldía manifiesta. Estas
conductas deben recibir una disciplina inmediata y consistente, porque revelan la transgresión a
los mandamientos fundamentales de la Palabra y de toda relación humana significativa.
c. Ser consistentes y dar seguimiento a la disciplina. Esto significa no cambiar las pautas según el
estado de ánimo. Este aspecto es tremendamente descuidado por los padres. A veces no
disciplinan a sus hijos por una falta por la cual lo disciplinaron una vez anterior. Esto ocurre mucho
frente a las visitas o cuando la familia está en otra casa. El padre o la madre, por temor a un
“papelón”, pasa por alto algo que debe ser atendido en el acto. La disciplina, cuando corresponde
aplicarla, debe ser aplicada siempre, en toda circunstancia.
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d. La disciplina debe ser adecuada a la falta. Solo las conductas más graves, como las descritas en la
letra b, deberían recibir un castigo físico. Para las demás se pueden aplicar disciplinas alternativas,
tales como enviar al niño a su pieza o a la cama, dejarle sin ver un programa preferido o cancelar
una salida con sus amigos. Es importante notar que en diferentes edades, hay diferentes cosas
que pueden resultar disciplinarias para los hijos.
e. El acto de la disciplina nunca debe ser ejecutado con ira. Es imprescindible que los padres
comprendan este punto o serán encontrados responsables de provocar a ira a sus hijos e incurrir
en una violencia censurable. La disciplina correcta tiene una secuencia: Llevar al niño a un lugar
privado, definir la falta cometida, asegurar que el niño entiende que la cometió, disciplinar y luego
hablar y reafirmar el amor. Esta última parte es esencial. El diálogo posterior a la disciplina es el
más importante mensaje de amor maduro.
¿A quién le corresponde la disciplina de los Hijos?
Es una responsabilidad del sacerdote o cabeza de hogar, o sea el padre de familia. Es muy común hoy
en día ver a las madres tratar de ejercer esa función, pero Dios estableció que sea el hombre quien
tenga la autoridad, y también la responsabilidad. Eventualmente puede delegar parte de esa
responsabilidad a su esposa, pero siempre debe supervisar el cumplimiento de la disciplina en el
hogar. Cabe señalar que la disciplina es un asunto en que ambos padres deben participar y ponerse
de acuerdo. No es una tarea del padre solo o de la madre sola. La sola excepción a esto es el caso de
los padres solteros o separados. Por esta razón, ambos deben tener acuerdo acerca de los principios y
pautas que van a aplicar en la educación de los hijos.
Los hijos no sólo se dan cuenta, sino perciben un pésimo ejemplo acerca de la vida conyugal cuando
los padres tienen desacuerdos evidentes en la forma de amar, enseñar y disciplinar a los hijos. Deben
primero, a solas o, si es necesario, con adecuada guía y consejo, ponerse de acuerdo en lo que van a
ofrecer y esperar en la relación con sus hijos.
Los padres no deben amenazar a sus hijos con acusarlos al cónyuge para que los castigue. Esto revela
una tremenda inconsistencia en la responsabilidad de ambos padres.
Por otra parte los padres deben ser justos y equitativos con todos sus hijos. Es frecuente notar ciertas
preferencias o tratos distintos con los hijos. Llamar a un hijo “regalón” o “regalona”, especialmente
enfrente de sus hermanos, es hiriente y muy poco sabio.
Muchos padres, queriéndolo o no, siembran rivalidades entre los hijos. Alaban a uno y menosprecian
a otro, los comparan entre sí, hacen diferencias en el trato. Las comparaciones siempre son odiosas.
Promueven rivalidad entre las personas. También son un ataque a la autovaloración, ya que si
crecemos sintiendo que somos menos inteligente que nuestro hermano, menos buenos que nuestra
hermana o menos capaces que nuestro vecino, siempre miraremos la vida desde el lugar de “menos”.
Esto nos impedirá encontrarnos con nuestras propias capacidades y desarrollarnos conforme a las
posibilidades que Dios nos dio. Hay muchas madres que “para evitar que los hijos sufran”, hacen
cosas por y para ellos, encubren sus faltas o las minimizan, de esa manera no permiten a los hijos
crecer y ser responsables.
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Contraste entre Disciplina y Castigo
Muchos casos en la Biblia diferencian la disciplina del castigo. A los padres se les instruye a que
disciplinen a sus hijos, pero no se les instruye a que los lastimen. Lo mismo, si usted es cristiano,
entonces Dios lo disciplinará por su propio bien, no lo castigará. ¿Cuál es la diferencia?
La raíz de la palabra disciplina es discípulo y significa aprendiz.
La definición de disciplina incluye instrucción, entrenamiento y corrección; y debe ser motivada por el
amor y el cuidado.
La Biblia es clara al mostrar que uno de los atributos del amor es la disciplina: El padre, al hijo que
ama, lo reprende y lo castiga. (Apoc. 3:19a) Esto no significa abuso o maltrato indigno, sino sanciones
sanas y equilibradas que permitirán orientar al hijo hacia conductas responsables personal y
socialmente.
La “vara” que aparece en la Biblia asociada a la disciplina de los niños está mal traducida,
desgraciadamente. Para nosotros una vara es un palo. La vara bíblica en realidad es una varilla de
mimbre que, administrada adecuadamente un par de veces en la parte provista por Dios para tal
efecto (nalgas), son un sano y excelente disuasivo para las conductas rebeldes e inapropiadas. En todo
caso, el castigo físico debe ser el recurso final frente a conductas graves. Antes de este punto, hay una
amplia gama de disciplinas sabias y efectivas.
¿VARA O MANO?
Algunos expertos, recomiendan usar un instrumento neutral a la hora de disciplinar. Cuando no hay
una vara, una regla o una cuchara de madera pueden funcionar bien. Según opinan algunos expertos,
es mejor usar un instrumento neutral que no está directamente asociado con la mano del padre, la
cual debe reservarse para tocar y mostrar cariño a los hijos.
En contraposición, hay otros autores que postulan, que la mano sería el instrumento adecuado tanto
para la disciplina como para la expresión de cariño. Ellos argumentan; “El castigo físico que les damos
a los hijos es tan íntimo y personal como la expresión de amor y ternura”. Dios nos llena de
bendiciones que provienen de su mano, pero también con su mano nos forma como el alfarero al
barro (Jeremías 18:4). Job reconoció la mano de Dios en su sufrimiento y Noemí reconoció la mano de
Jehová en su tribulación (Rut 1:20). Cuando el Señor nos disciplina, lo hace con las manos que fueron
clavadas en la cruz por amor de nosotros. Cuando le damos nalgadas al hijo con la mano, uno mismo
experimenta cierto dolor y eso sirve como un indicador que nos ayuda a evitar excesos.
La aplicación de la disciplina es una experiencia compartida y dolorosa, que se requiere de vez en
cuando. No es una experiencia agradable, pero cuando se hace de la manera correcta puede resultar
una experiencia que edifica el carácter del hijo y que une su corazón con el nuestro.
La disciplina tiene el propósito de corregir la actitud del hijo en función de su comportamiento en el
futuro. En cambio, el castigo, implica venganza o cobrar una penalidad.
Los padres son llamados a disciplinar y no castigar a sus hijos.
10. Ministerio de Matrimonios & Familia Iglesia Cristiana La Serena
Es posible que el padre utilice el mismo método de corrección y esté disciplinando o castigando al
niño. Depende de su actitud interna. Por ejemplo, la ira es parte del castigo, no de la disciplina.
Los niños poseen un formidable radar en cuanto a detectar las actitudes internas de los adultos hacia
ellos. De hecho, el niño puede identificar la ira de sus padres cuando ellos aún ni se han percatado de
que están rabiosos. Saber cómo manejar la ira es una habilidad necesaria para que los padres puedan
disciplinar a sus hijos y no castigarlos o vengarse de ellos. “Padres no provoquéis a ira a vuestros
hijos”. Colosenses 3:21.
RECOMENDACIONES Trate las siguientes sugerencias si se siente iracundo:
No se apresure a corregir inmediatamente ni golpee a su hijo en cualquier parte del cuerpo. Es
peligroso castigarlo con ira, ya que puede ocasionar un abuso infantil.
Sepárese de sus hijos por unos minutos, hasta que se tranquilice.
Admítase a sí mismo que usted está iracundo y pídale al Señor que le ayude a lidiar con su ira y
a tomar control.
Pídale al Señor que le ayude a discernir por qué está enojado/da. A veces está en esa
condición debido a que ha dejado que la situación se haya prolongado sin corregirla.
Cuando esté calmado/da, entonces vaya donde su hijo y tome acción para corregirlo.
Importante: Si ha disciplinado a su hijo con ira incontrolable, la mejor forma de remediar la
situación es pidiendo perdón, no por corregirlo, sino por haber estado iracundo mientras lo
corregía.
TRABAJO GRUPAL Contestar las siguientes preguntas y comentar
¿Les decimos a nuestros hijos que les amamos? ¿Cuándo fue la última vez que los abrazamos?
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¿Cómo estamos aprovechando la enseñanza bíblica que recibimos en la iglesia para orientar
nuestra vida familiar? ¿Qué tiempo dedicamos a orar para presentar nuestra familia a Dios y
recibir su guía?
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¿Estamos enseñando y guiando a nuestros hijos por el camino de la verdad, la justicia y el perdón?
Si no es así ¿qué ajustes tenemos que realizar?
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11. Ministerio de Matrimonios & Familia Iglesia Cristiana La Serena
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Oren junto con sus hijos pidiéndole a Dios sabiduría para tomar siempre decisiones correctas
conforme a su propósito y voluntad.