Este documento discute el "efecto Bilbao", un término que se refiere al uso instrumental y especulativo de la cultura con el objetivo de lograr una transformación socioeconómica. Critica este enfoque por poner más énfasis en la instrumentalización que en el contenido cultural, y por priorizar el turismo, la industria y el consumo sobre los ciudadanos. También advierte sobre la privatización del espacio público y aboga en su lugar por enfoques más cualitativos, accesibles, diversos e inclusivos de la cultura.