El efecto invernadero retiene parte de la energía del sol en la atmósfera terrestre, manteniendo la temperatura del planeta. Actualmente este efecto se está intensificando debido a las emisiones humanas de gases como el dióxido de carbono. En los últimos 100 años, la temperatura global ha aumentado 0.7°C y se prevé que aumente entre 2-3°C en este siglo, lo que supondrá un gran cambio climático.