Este cuento describe un encuentro mágico entre la tristeza y la furia en un estanque encantado. Mientras se bañaban, la furia se apresuró y se vistió con la ropa de la tristeza al salir apresuradamente del agua. Cuando la tristeza salió más lentamente, se encontró sin ropa y se vistió con la de la furia. Desde entonces, a menudo uno se encuentra con la furia disfrazada, pero detrás de su disfraz en realidad se esconde la tristeza.