El aborto inducido es la interrupción activa del desarrollo vital del embrión o feto hasta las 22 semanas del embarazo. Puede ser un aborto terapéutico por razones médicas o un aborto electivo por decisión de la mujer embarazada, el cual puede realizarse mediante medicamentos o de forma quirúrgica. El aborto espontáneo ocurre sin ser provocado e involucra la muerte fetal debido a anomalías congénitas, enfermedades de la madre o infecciones.