ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
El Adn
1. Miescher Si hubiéramos vivido en 1868, nos podríamos haber preguntado, por qué Johann F. Miescher -un médico suizo-, recogía células de pus de heridas abiertas y de esperma de peces. Quería identificar la composición química del núcleo y por eso usaba estos tipos de células que tienen muy poco citoplasma, lo cual hace que sea más fácil aislar el material nuclear para su análisis. Así, Miescher tuvo éxito en aislar un compuesto orgánico con propiedades ácidas, al que llamó nucleína, que a diferencia de otros compuestos celulares, tenía una gran cantidad de fósforo. Si bien el investigador buscaba conocer más sobre el núcleo de las células él no sabía que había descubierto lo que muchos años d espués se denominaría ácido desoxirribonucleico (ADN).
2. E n ese momento no se relacionó que en dich a s nucleinas estaba la información genética. Johann Miescher
3. Experiencia de Griffith (1928) Era el año 1928. Frederick Griffith, un oficial médico de la armada inglesa, trabajaba en la búsqueda para el desarrollo de una vacuna que combatiera infecciones ocasionadas por bacterias llamadas neumococos, especialmente la neumonía (el nombre científico de la bacteria es Diplococcus neumoniae ). Nunca logró hacer la vacuna, pero su trabajo, inesperadamente para él mismo y para la ciencia, abrió La puerta hacia el mundo molecular de la herencia.
5. La explicación es que si bien el calor había matado las bacterias, no había destruido su material hereditario. Entonces, parte de ese material había sido transferido a los neumococos vivos, que se habían transformado de inocuos en virulentos, al adquirir la posibilidad de producir su cápsula.
6. Entonces Griffith encontró que había “algo” que se transmitía desde las bacterias muertas a las vivas, que hacía que estas adquirieran características hereditarias que no poseían antes del experimento (de no tener cápsula, pasaron a tenerla). Ese “algo”, evidentemente, tenía inscripta la información para que los neumococos pudieran producir la cápsula. Por ello, llamó a este fenómeno transformación y a la causa factor transformante , sin que supiera cuál era.
7. Avery Los resultados de Griffith intrigaron, a principios de los 40, al bioquímico norteamericano Oswald Avery y a sus colegas, ellos deseaban identificar cuál era el factor transformante ,
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9. Partiendo del extracto de neumococos muertos por calor : a) agregaron enzimas que digerían completamente las proteínas del extracto y lo mezclaron con neumococos vivos sin cápsula. Observaron que estas bacterias se transformaban (tenían cápsula y eran virulentas). b) agregaron enzimas que digerían completamente el ADN del extracto, pero no afectaban las proteínas, y lo mezclaron con neumococos vivos sin cápsula. En este caso, bloquearon la información hereditaria, ya que los neumococos sin cápsula no se convirtieron en virulentos.
10. ¿Cuál era el nuevo problema? Ahora era necesario nada menos que indagar cómo una molécula podía almacenar y transmitir tanta información . El desafío que se les presentaba a los científicos en ese momento, era encontrar una estructura para el ADN que permitiera explicar su función. Encontrar esta estructura, como la de cualquier otra macromolécula biológica, no fue una tarea sencilla. James Watson Francis Crick
11. Cuesta aceptar que el secreto de la vida esté inscripto en una molécula, aunque sea una macromolécula. Una molécula tan increíble que cumpla con las siguientes condiciones: 1. que sea capaz de reproducirse o replicarse exactamente, 2. que tenga una estructura muy estable en condiciones biológicas (o sea en temperatura, medio, etc. del interior de los organismos) que haga que los cambios sean poco frecuentes, 3. que pueda almacenar la información biológica y 4. que transmita esa información de generación en generación.
12. EL ADN El ADN cumple efectivamente con todas esas condiciones.
13. James Watson y Francis Crick, bioquímicos de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, con sólo 25 y 33 años de edad, propusieron en 1953 un modelo tridimensional de la estructura del ADN Lo interesante es que no realizaron experimentos ellos mismos, sino que recopilaron toda la información disponible, la contrastaron y la unificaron de una forma coherente