El ADN fue aislado por primera vez en 1869 y su estructura molecular fue descubierta en 1953, lo que permitió entender cómo se almacena y procesa la información genética. Está constituido por dos cadenas complementarias de nucleótidos formados por azúcares, fosfatos y bases nitrogenadas. Su principal función es codificar las instrucciones para fabricar seres vivos idénticos o similares a través de la reproducción.