El documento describe el agujero en la capa de ozono, explicando que se trata de un efecto global de la contaminación del aire que afecta a todo el sistema terrestre. Se detectó por primera vez entre 1977 y 1988 una disminución del 40% de la cantidad de ozono en la Antártida. Las consecuencias incluyen un aumento del cáncer de piel y de la ceguera en el ganado ovino. Los compuestos de cloro artificiales como los CFC son los principales responsables al reaccionar con el ozono y destruirlo en la estratos