El niño Adrián encuentra un árbol mágico en el bosque que le pide decir palabras mágicas. Al pedirle amablemente al árbol que le muestre sus secretos, el árbol crea un camino hermoso lleno de flores, animales, juguetes y chocolate. Adrián invita a sus amigos a ver la magia del árbol. La historia concluye que las palabras mágicas verdaderas son "gracias" y "por favor".