El arte egipcio antiguo se caracterizó por su arquitectura monumental como pirámides, templos y mastabas dedicados a los faraones y dioses. La pintura y escultura representaban de forma convencional y estilizada a las figuras humanas y deidades como Osiris, Anubis y Horus. El arte servía principalmente para glorificar al faraón y rendir culto a los muertos a través de narrativas en templos, tumbas y relieves.